Las fugas de temporeros marroquíes caen del 90% al 13% con la contratación de mujeres

Casi todas las temporeras marroquíes seleccionadas por empresarios agrícolas de Huelva para trabajar durante unos meses han retornado a Marruecos. Sólo el 12,8% de las 4.632 mujeres incumplieron la principal condición de su contrato: regresar a su país de origen una vez finalizada la campaña. La cifra dista mucho del 90% o del 50% de fugas que se registraron en 2005 y 2006, cuando los contratados fueron varones marroquíes, según el alcalde de Cartaya, Juan Antonio Millán, el artífice del programa Aeneas, una iniciativa avalada por la Unión Europea.

Aeneas Cartaya es un programa de la Unión Europea liderado por el municipio onubense de Cartaya, que asesora y facilita la gestión de los contratos de trabajadores en Marruecos a las organizaciones agrarias. En enero de 2007 todas las miradas se centraron en este programa después de saberse que miles de jornaleras rumanas, que en los últimos años constituían el grueso de la mano de obra fresera, iban a faltar a su cita anual en los invernaderos onubenses.

La promesa de que este déficit laboral se solventaría con peones marroquíes asustaba a algunos. Todavía se recordaba los problemas de los años 2005 ó 2006. "En el primer caso, de los 1.200 trabajadores marroquíes que vinieron, entre un 90% y un 95% de ellos se fugaron antes de cumplir su contrato. Y en 2006, pasó lo mismo con el 50% de los 1.880 temporeros de ese país", recuerda Juan Antonio Millán, alcalde socialistas de Cartaya y artífice del programa en la provincia.

"El porcentaje de un 12,8% de fugas de este año puede reducirse incluso más porque nuestros técnicos en Rabat están comprobando que algunas de las mujeres que se daban por fugadas están retornando por su cuenta a Marruecos en los plazos legales", afirma Millán. La garantía de retorno es una exigencia para la contratación en origen, y un requisito para que la jornalera repita en campañas futuras en España. Los buenos resultados de 2007 han llevado al alcalde de Cartaya a adelantar su intención de aumentar el cupo de trabajadoras hasta las 10.000 el año que viene.

Un perfil familiar

Las cifras de fugas que maneja la organización agraria Asaja son, sin embargo, superiores a las que se presenta en el informe de Aeneas. "Calculamos que alrededor de un 25% de nuestras trabajadoras no han vuelto acompañadas y, o bien se han quedado en España, con lo que incumplen el contrato, o han vuelto por su cuenta a Marruecos", dice Ricardo Escobar, técnico de esta entidad y encargado de tramitar las contrataciones en origen para sus asociados .Por su parte, los datos de abandonos que baraja la patronal que aglutina a más empresarios freseros onubenses, Freshuelva, son similares a los de Aeneas. Su presidente, José Manuel Romero, se muestra satisfecho por la experiencia. No obstante, considera que todavía es pronto para vaticinar un aumento importante de contrataciones en origen en Marruecos para la próxima temporada.

La clave del éxito en 2007 ha sido el criterio de selección de los trabajadores en Marruecos, en el que se ha aplicado una de las ideas reivindicadas por asociaciones agrícolas como Asaja. "Hace tiempo que pedimos trabajadores, fundamentalmente mujeres, que tuviesen cargas familiares en su país [hijos, padres, maridos...] que garantizasen su retorno una vez cumplido el contrato", recuerda Ricardo Escobar.

El alcalde de Cartaya también destaca el papel realizado por los equipos de intermediarios culturales a la hora de concienciar a las mujeres en el cumplimiento del contrato, que les garantiza el retorno en años venideros. Así, se aseguran un sueldo establecido en convenio (33,29 euros por seis horas y media de jornada diaria, 39 horas semanales) que supone un verdadero tesoro en comparación con los sueldos de Marruecos.

La diferencia entre el volumen de fugas de 2005 y 2007 es notoria. Pero no es el único contraste de la experiencia de esta pasada campaña con otras anteriores. "El nivel de satisfacción de los empresarios y agricultores con la calidad de las trabajadoras ha sido mucho mayor, tanto por su profesionalidad en el tajo, como por su puntualidad a la hora de acudir a la campaña y de regresar a sus países. Su concepción de cómo es la mano de obra marroquí ha cambiado a mejor y espero que el año que viene los empresarios repitan la experiencia", dice Juan Antonio Millán.