EE UU utilizará sus satélites espía para controlar la inmigración y el terrorismo
La Casa Blanca permitirá a varios organismos civiles del Estado acceder a las imágenes
El coordinador del espionaje de EE UU, Michael McConnell, permitirá un acceso más amplio a las imágenes que en tiempo real captan los potentes satélites espía del país para que puedan ser utilizadas por diversos organismos civiles del Estado en el control de las fronteras, la lucha antiterrorista, las situaciones de emergencia provocadas por catástrofes naturales o revisar las vulnerabilidades en las infraestructuras. La medida no está exenta de polémica. Grupos de defensa de los derechos civiles alertan contra el peligro de que se esté invadiendo la intimidad de los ciudadanos.
Hasta ahora el uso de estos satélites espía estaba limitado al ámbito militar y en raras ocasiones se autorizaba -y siempre caso por caso- el acceso a estas imágenes a los científicos para el trazado de mapas topográficos o para la supervisión de la actividad volcánica. La NASA, por ejemplo, utiliza ya la red de satélites espía para poder seguir la fase de despegue de sus transbordadores espaciales, para evitar que se repita una tragedia como la del Columbia en 2003, que se desintegró en su regreso a la tierra.
La Administración de Bush busca ahora dotar a sus agencias de seguridad y servicios de emergencia de otro instrumento que permita mejorar su respuesta en situaciones de emergencia, como catástrofes naturales provocadas por huracanes o incendios. En el paquete entrarían también las patrullas que vigilan la frontera con México y otras agencias gubernamentales, para que puedan utilizar los datos en el combate de la inmigración ilegal y el terrorismo.
El nuevo uso de estas imágenes de alta resolución fue anticipado en su edición del miércoles por The Wall Street Journal, citando un documento interno enviado el 25 de mayo por el secretario de Seguridad Interior, Michael Chertoff, al director Nacional de Información, Michael McConnell, autorizándole a dar este paso. El acceso a esta información será supervisado por una Oficina Nacional de Peticiones, que empezará a funcionar en octubre. El acceso no se limitará a las imágenes en tiempo real que captan los satélites. Las agencias tendrán también la posibilidad de contar con los análisis para entender la información que se les suministra.
Primeras críticas
Las organizaciones que defienden las libertades civiles no han tardado en poner el grito en el cielo, porque creen que se está rebasando la línea que separa el uso de activos militares y la aplicación de la ley doméstica.
Y recuerdan los abusos cometidos en el pasado. El jefe de información del Departamento de Seguridad Interior, Charles Allen, entiende las dudas que puede generar esta medida, pero cree que hay muchos malos entendidos sobre el uso de esta tecnología. "Contrariamente a lo que se piensa, desde el espacio no se puede ver si alguien necesita un corte de pelo", ironiza en una entrevista.
Allen destaca que el sistema ayudará a responder con más eficacia ante situaciones de crisis. "Se usará sólo para proteger a los estadounidenses, previniendo la entrada en el país de personas y artículos peligrosos, y ayudará a examinar vulnerabilidades en las infraestructuras. (...) Los estadounidenses no deben tener la más mínima preocupación. Damos todas las garantías de que sus libertades fundamentales estarán protegidas", dijo.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.