El Gobierno afirma que la orden de alejamiento debe cumplirse aunque la protegida no quiera

Absolver a un maltratador que ha quebrantado la orden de alejamiento, aunque haya sido consentido por la mujer, "es no entender el fenómeno de la violencia de género", aseguró ayer la secretaria general de Políticas de Igualdad del Ministerio de Servicios Sociales, Soledad Murillo. Esto es lo que ha hecho una sentencia de la Audiencia de Jaén, según informó Efe. "Ella puede querer verle, pero nos corresponde como autoridades intervenir, detener a ese hombre", dijo. Murillo enlazó esta sentencia con el suceso en que un hombre con orden de alejamiento mató el martes en Madrid a su bebé de 18 meses. "Tenemos que ser muy exigentes y muy beligerantes".

El hombre que ha sido absuelto por la Audiencia de Jaén, Diego Julián A. B., había sido previamente condenado por un delito de malos tratos, por lo que se le prohibió acercarse o comunicarse con su ex pareja. "Esa sentencia implica que la violencia ha sido señalada como cierta", por lo que, aunque la mujer decida darle una segunda oportunidad, la obligación de la administración es estar muy atentos y hacer que se cumpla la ley contra la violencia de género, dijo Murillo.

La sentencia de la audiencia jienense argumenta la absolución del maltratador en el juicio de apelación (previamente se le había condenado a seis meses de cárcel por infringir ese alejamiento) porque el contacto había sido "recibido, aceptado y consentido". Éste consistió en llamadas y mensajes telefónicos, y "alguna que otra visita", asegura la sentencia.

También aceptó Yolanda M. el pasado martes salir con su bebé de 18 meses y su ex pareja, Roberto Martínez, a pesar de la orden de alejamiento. Cuando llegaron a un parque de la localidad madrileña de Torrejón de Ardoz, el hombre disparó sobre la pequeña, que murió el pasado jueves. Murillo señaló otro fenómeno preocupante: "Hay maltratadores que están ajusticiando a las mujeres a través de sus hijos", advirtió.

Los golpes se oyen

El consentimiento por parte de las víctimas de volver a acercarse a sus parejas o la retirada de las denuncias por maltrato son escollos importantes con los que se está encontrando la Ley contra la Violencia de Género, admitió Murillo. La retirada de la denuncia se produce en un 16% de los casos, según datos del Consejo General del Poder Judicial.

La secretaria general considera que se puede llegar a comprender a la mujer que quiere "dar una segunda oportunidad" a su pareja: "Yo no quiero que se sienta culpable por haberlo hecho", pero "debemos ser muy exigentes y beligerantes con la violencia de género, no podemos permitir una situación de control [del maltratador sobre la mujer]". Por esta razón, volvió a pedir la colaboración de toda la sociedad. "Quiero dar la voz de alarma para que los vecinos nos ayuden. Los golpes suenan y las discusiones se oyen", dijo.