Imagina que eres invisible...

Por lo visto, interpretar ante un croma es un ejercicio de imaginación y ridículo a partes iguales. "Estás frente a una tela verde, en una sala, y las indicaciones del director son: 'Imagina que sujetas una noria gigante mientras caminas hacia atrás por el Támesis sobre un campo de fuerza", explica Jessica Alba mientras levanta las cejas, perfectamente depiladas, se muerde el labio inferior, perfectamente perfecto. "Y cuando todavía estás pensando '¿qué demonios quiere decir?', el director te grita: '¡Así no!, ¡la noria pesa más!', y sólo puedes rezar a Dios para no parecer idiota". La actriz californiana presenta Los cuatro fantásticos y Silver Surfer, junto a su compañero de reparto, el galés Ioan Gruffudd, en la que hacen por segunda vez de la Mujer Invisible y Mister Fantástico, en esta ocasión, con boda incluida.

"Soy más de lo que lees en una revista de cotilleos. No soy unidimensional como una foto", dice la actriz

Para Gruffudd, que dice pertenecer a una estirpe de felices compatriotas emigrados a Hollywood (Richard Burton, Anthony Hopkins, Catherine Zeta Jones), lo de actuar pensando en los efectos especiales por ordenador añadidos en posproducción tiene su intríngulis: "Físicamente es imposible improvisar nada, todo está calculado y presupuestado al milímetro, cada escena cuesta 100.000 dólares, no puedes mover una mano y estropearlo todo; pero a nivel de interpretación es lo más exigente que he hecho, lo tienes que imaginar todo, como si fueses un niño inventándote que delante hay una mujer que desaparece y encima un hombre que vuela".

Ambos actores tienen firmada una tercera entrega de la saga, en la que darán al mundo un bebé todopoderoso llamado Franklin. "¡Será divertido ver cómo se las apañan como padres!", dice Alba, para quien en esta segunda película se han desarrollado más los personajes. Desarrollado de aquella manera. La trama consiste en que, acompañados de Antorcha y La Cosa, se enfrentan a Silver Surfer (en España, el atormentado y romántico personaje de Marvel se conoce como Estela Plateada), un surfista de las estrellas que obedece órdenes de una nube gigante que se quiere comer el mundo.

Entre la acción y los chistes para adolescentes se cuelan algunas pinceladas emocionales. "Sue ya no está enfadada con el mundo, se va a casar e intenta compaginar su trabajo con su vida personal; también se da cuenta de que su instinto maternal la convierte en el corazón del grupo", dice con forzada gravedad. Pero lo que realmente importa es si en la tercera parte le volverán a poner ese terrible teñido rubio. "¡A mí tampoco me gusta!, pero los fans se enfurecerían si no somos fieles al cómic", dice la actriz, que confiesa no haberlo leído hasta que le dieron el papel.

Para Gruffudd, los superhéroes tienen tirón por el escapismo que proporcionan: "Todos buscamos alguien que nos enseñe cómo hacer este mundo mejor; el problema en la vida real es que los líderes que elegimos no siempre lo hacen, y no nos podemos quejar, porque nosotros les pusimos allí; hay que votar a gente capaz de afrontar el reto". ¿Sus héroes personales? "Los médicos, las enfermeras, los policías y los maestros; la enseñanza es un auténtico regalo", dice. Sus padres fueron educadores. La familia también ha marcado a Jessica Alba. "Me críe con mis abuelos paternos en una familia latina muy católica, soy la mayor de 15 primos, nos juntábamos cada domingo para hacer barbacoas, y en cada bautizo, boda y funeral, mi abuelo sacaba la guitarra. Ésas son mis raíces, pero como no hablo castellano, no me aceptan como actriz latina; una vez incluso me abuchearon en una entrega de premios. Mis hijos lo hablarán".

Famosa por ser el reclamo de filmes como Inmersión letal, Alba ha llegado a ese punto de su carrera en el que se puede permitir hacer cine independiente, como sus nuevos proyectos Awake, The Ten o Good Luck Chuck: "En Hollywood es independiente todo lo que cuesta menos de 25 millones de dólares, porque no tienes a los ejecutivos del estudio diciéndote cómo actuar". Habitual de las listas tipo "la más sexy del mundo", asegura: "Soy más de lo que lees en una revista de cotilleos, no soy unidimensional como una foto". La atractiva Mujer Invisible tiene una escena en la que enseña el trasero. ¿Fue dura de rodar? "No hago ni haré desnudos", dice Alba, cambiando el gesto, sin el menor atisbo de ironía, "es un truco de cámara".