El fisco acorrala a Rossi

Valentino Rossi, el icono mundial del motociclismo moderno, y uno de los deportistas mejor pagados del mundo, está siendo objeto de una investigación por parte de la Agencia Tributaria italiana por una presunta evasión de impuestos por valor de 60 millones de euros. Por esa razón, la delegación de Hacienda de Pésaro-Urbino, localidad natal del piloto, le ha reclamado a Rossi 120 millones de euros, que corresponden a los impuestos no pagados del periodo comprendido entre los años 2000 y 2004, la multa y los recargos. El piloto debe hacer efectivo el pago en los próximos 30 días.

El corredor, de 28 años, tiene fijada su residencia en Londres desde el 15 de marzo del año 2000 (temporada en la que dio el salto a la categoría de 500cc). Desde entonces, la condición fiscal que ha recibido en la capital inglesa es la de "residente sin domicilio". Esta posición exime a quien la solicita de la obligación de abonar algunos conceptos importantes de los impuestos. Durante los cuatro años investigados, Rossi "sólo declaró al fisco de ese país los beneficios producidos dentro de la frontera de Gran Bretaña", según declararon fuentes de la investigación consultadas por la agencia de noticias italiana ANSA.

La deuda, que tendrá que saldar en un mes, asciende a 60 millones, más multa e intereses

De esta forma, Rossi sólo habría abonado a la Hacienda inglesa el porcentaje del importe correspondiente a sus bienes (tiene un apartamento de su propiedad en Londres); el dinero que le habrían reportado las carreras celebradas en el país (sólo el Gran Premio de Gran Bretaña, que se disputa anualmente en el circuito de Donington Park); y lo que recibiría de sus patrocinadores ingleses (la mayor parte de los que tiene son italianos). Asimismo, el piloto de Yamaha sólo abonaba en Italia las rentas correspondientes a sus bienes inmuebles, mientras que el montante correspondiente a su sueldo y lo que le reportan los patrocinadores personales estarían a nombre de sociedades extranjeras. De hecho, la empresa Great White London, propiedad de Gibo Badioli, mánager personal de Valentino Rossi, es una sociedad que se limita a gestionar el patrimonio personal que tiene el piloto así como sus asuntos personales.

Para los investigadores italianos, el motorista siempre ha mantenido en su país natal "la sede principal de sus negocios e intereses, así como una sólida relación de naturaleza social y familiar", lo que le debería haber obligado a pagar, entre 2004 y 2004, esos 60 millones en impuestos.

A Rossi se le abre un abanico de posibilidades, si bien ninguna de ellas le exime de pagar. Y en muy poco tiempo. El piloto es uno de los deportistas mejor pagados del mundo y, según la revista Forbes, sus ingresos ascendieron en 2006 a 30 millones de dólares (21,7 millones de euros): 14 de esos 30 millones se los paga Yamaha y el resto son ingresos publicitarios.

Ayer el piloto, en un comunicado, recurrió a su habitual ironía: "Hoy soy víctima de una investigación megagaláctica, mañana puedo ser un astronauta en Marte". El campeón añade: "ahora el asunto está en manos de mi abogado".

A los apuros que el corredor está atravesando en el ámbito deportivo para tratar de maniatar a un desbocado Casey Stoner, el líder destacado del Mundial, se le une un tremendo dolor de cabeza que podría descentrar a cualquiera. El mayor que ha tenido nunca un piloto que siempre había sorteado los problemas que martirizaban a muchos de sus compañeros de parrilla. Hasta este momento, cuando el fisco le ha cazado, por lo que se enfrenta a una posible pena de presión en caso de impago.