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Un accidente similar hirió en 2004 a una enfermera en Fuenlabrada

El incidente en el hospital de Móstoles tiene precedentes en otros centros hospitalarios públicos de la Comunidad de Madrid y de otras regiones. En diciembre de 2004, una enfermera del hospital de Fuenlabrada resultó herida grave después de que se derrumbase sobre ella el falso techo de una habitación. La situación en este hospital -que había abierto apenas un año antes- no era nueva. En marzo de 2004 se produjo otro derrumbe en el vestíbulo del centro, pero sin daños personales. Dos bandejas de unos 15 kilos de peso cada una se desplomaron del falso techo de madera del vestíbulo.

Otro precedente grave de derrumbe de instalaciones hospitalarias en la región ocurrió a principios de los años noventa del pasado siglo. En octubre de 1992, el desprendimiento de un techo por la rotura de una tubería de agua caliente en el hospital La Paz estuvo a punto de provocar un accidente grave a un enfermo allí hospitalizado. Su mujer le salvó de los cascotes gracias a que desplazó a tiempo la camilla. Las enfermeras responsables de la planta donde ocurrió el incidente aseguraron en la época que los accidentes eran frecuentes desde hacía un año, debido al mal estado de las cañerías.

Problemas de mantenimiento

Fuera de Madrid, el hospital La Fe de Valencia sufrió el pasado julio la caída de un falso techo en sus instalaciones. El suceso, que no produjo heridos, obligó a cerrar el área quirúrgica. El hospital tuvo que derivar a los pacientes y al personal sanitario a los quirófanos del hospital maternal. El mayor hospital valenciano sufre importantes problemas de mantenimiento, hasta el punto de registrar una media de más de 10.000 reparaciones al año.

Pero el derrumbe más grave se produjo en noviembre de 1999 en Santander. Una fachada del hospital Marqués de Valdecilla se desplomó sobre un edificio anexo de tres plantas. Cuatro trabajadores murieron bajo los escombros. Otras 15 personas resultaron heridas. El plan estratégico del hospital reconocía que el edificio presentaba un "muy deficiente estado de conservación".

Por otra parte, en 2002, el hospital General de Elche (Alicante) tuvo que reformar la zona de archivos por la caída de cascotes y la filtración de aguas fecales.

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Cuatro años después, las obras en las urgencias del hospital Gregorio Marañón causaron la destrucción de 1.600 historias clínicas al romperse una conducción de agua.

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