Red Eléctrica acusa a Endesa de tergiversar los datos sobre el apagón de Barcelona

Red Eléctrica de España (REE) reaccionó ayer de forma airada al informe elaborado por Endesa sobre el gran apagón de Barcelona. La compañía que preside Luis Atienza acusa a la eléctrica de tergiversar los datos para ocultar graves deficiencias en sus obligaciones de mantener la red. En contra de lo que asegura el informe de Endesa, Red Eléctrica limita a 11 en lugar de 60 los incidentes registrados en la red de Barcelona entre el 5 de junio y el 23 de julio. Además, sus técnicos descartan que afectaran a los tendidos de Endesa hasta provocar la primera avería de la estación de Collblanch.

Red Eléctrica (participada en un 20% por el Estado a través de la SEPI) y Endesa han decidido ir al cuerpo a cuerpo. Se acusan mutuamente de ser responsables del gran apagón registrado en Barcelona el 23 de julio y, desde el 27 de julio, intercambian burofax con cuchillas envueltas en lenguaje jurídico. Las dos compañías sólo están de acuerdo en un hecho: que la luz se fue porque la red eléctrica de Barcelona está hecha una pena. A partir de ahí, todo son acusaciones cruzadas.

Las versiones sobre el incidente no pueden ser más contradictorias. Para Endesa, el inicio del apagón, causado por la caída de uno de sus cables sobre la subestación de Collblanch, se debió a las sobretensiones causadas por 60 incidentes previos en las líneas de su rival. Red Eléctrica tiene otra versión. Según sus técnicos, los 60 incidentes que esgrime Endesa se limitaron a 11 entre el 5 de junio y el 23 de julio. Dos ellos, además, debidos a accidentes ajenos a su actividad. Como esos incidentes, asegura REE, se registran alrededor de 2.000 al año en España, sin que nunca se caigan los cables. Conclusión: la única razón que explica la caída del ya famoso cable es la falta de mantenimiento.

Desconexión

Como prueba del mal hacer de la compañía que preside Manuel Pizarro, REE esgrime que la eléctrica "nunca" le ha solicitado desconectar la subestación de Collblanch para revisar el tendido (propiedad de la eléctrica) que sobrevuela la instalación. Y como en la mejor técnica pugilística, tras el directo al mentón, gancho al hígado. REE añade que Endesa se apresuró a cambiar todos los amarres de sus cables en la instalación afectada apenas unas horas después del incidente.

Red Eléctrica, que adquirió la red de alta tensión de Endesa por 950 millones de euros, pone énfasis en que los activos adquiridos -en una operación impulsada por el Gobierno del PP en 2002 y apoyada por el PSOE- estaban en muy mal estado. La razón era su origen, ya que eran propiedad de las empresas Fecsa (Cataluña) y Sevillana de Electricidad (Andalucía), prácticamente en quiebra cuando se integraron en el grupo Endesa. De hecho, el propio presidente de Red Eléctrica, Luis Atienza, advertía en 2004 de que "el problema es que aquí, para poder trabajar sobre las líneas o las subestaciones, hay que contar con que se puedan dejar sin tensión sin que haya riesgo de apagón. Y eso hace que los trabajos tengan que programarse en el tiempo".

Sobre el incendio de la subestación de Maragall, que según Endesa fue la causa del 95% del apagón, tampoco hay acuerdo. Aunque REE reconoce que aún no sabe qué provocó el incendio de la instalación, destaca que sus registros muestran que las protecciones de su sistema funcionaron.