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Reportaje:

La nueva misión de Gael

El actor mexicano Gael García Bernal rueda 'Rudo y cursi', el primer largometraje de Carlos Cuarón y el primer proyecto de la productora Cha Cha Cha, fundada por González Iñárritu, Alfonso Cuarón y Guillermo del Toro

Son las doce de la noche en un céntrico hotel de Ciudad de México. El equipo de rodaje hace un alto para cenar. Rudo y Cursi es la primera película producida por Cha Cha Cha Films, la productora que acaban de crear tres cineastas amigos, de la misma generación -la década de los sesenta- y de la misma procedencia, México: Alejandro González Iñárritu (Amores perros, Babel), Alfonso Cuarón (Y tu mamá también) y Guillermo del Toro (El laberinto del fauno).

'Rudo y cursi' podría parecer un filme más sobre el mundo del fútbol, pero no lo es, porque no tiene nada que ver con el fútbol
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De México, aunque algo más jóvenes, también amigos y valores indiscutibles del nuevo cine mexicano son los protagonistas: Gael García Bernal (Guadalajara, 1978) que interpreta a Cursi, y Diego Luna (Ciudad de México, 1979) en el papel de Rudo. Les dirige, cómo no, otro mexicano, Carlos Cuarón (hermano de Alfonso) para quien supone su primer largometraje.

La película -que cuenta la aventura de dos hermanos que dan el salto al estrellato del fútbol desde su trabajo en una plantación de plátanos- está en la recta final del rodaje. "Es difícil prever un resultado porque estamos en medio del torbellino, es el peor momento para saber cómo va a quedar", cuenta García Bernal, protagonista de algunos títulos anteriores (Amores perros y Babel). "Pero me siento orgulloso, valiente y confiado de una apuesta muy particular de Carlos Cuarón. Por lo pronto, la experiencia es fantástica. Podría parecer una película más sobre el mundo del fútbol, pero no lo es, porque no tiene nada que ver con el fútbol. Y no digo más".

García Bernal confiesa que siempre quiso ser futbolista. "Hasta hace dos años todavía tenía la idea de que en algún momento debutaría como jugador de fútbol". Pero el oficio de actor, opina, permite vivir aquellas vidas que siempre se quiere y nunca se puede. Hijo de actores, a los 17 hizo las maletas y se marchó solo a Londres para estudiar en la Central School of SpeEch and Drama. Mucho antes, con nueve años, había debutado en la telenovela Teresa, junto a Salma Hayek.

Cha Cha Cha Films, el proyecto de los tres grandes realizadores mexicanos del momento, que presentaron en el pasado festival de Cannes, avanza en paralelo a Canana Films, la productora fundada por García Bernal y Diego Luna. Son dos generaciones que han dado un impulso desconocido al cine mexicano. "Emblemáticamente sí tienen algo que ver, se complementan, aunque los proyectos de Cha Cha Cha son mucho más ambiciosos que los de Canana", dice.

Detrás de Cha Cha Cha están Universal Pictures y Focus Features, que aportan 100 millones de dólares (72,5 millones de euros) para producir cinco películas. "A ellos les apoya una multinacional. En Canana hacemos algo mucho más casero y tratamos de emular un poco el rigor aprendido de ellos. Si algo tienen, aparte de su talento, es el rigor ante el trabajo",

reconoce García Bernal.

La propuesta de Canana, además de producir películas, promueve el festival itinerante de documentales Ambulante, que ha recorrido ya 17 ciudades mexicanas, una semana en cada localidad. García Bernal admite que uno de los objetivos de la joven productora es aprovechar la gran plataforma que es la televisión "para generar talentos, escritores, actores, directores, técnicos...". Alaba que en televisión, por su propia dinámica, se puede experimentar mucho más. Gracias a Canana, García Bernal debutó como director en Déficit, que se presentó en mayo en la Semana de la Crítica del Festival de Cannes. Pero ni a Gael ni a su compañero, Luna, les tienta tanto la realización como para tener que abandonar la interpretación. "Ni Diego ni yo queremos hacer carrera como directores. Quisimos ser actores para ser libres y poder hacer lo que queramos".

¿Es más libre el actor que el director? "Sí, porque tiene la oportunidad de vivir más vidas", responde rotundo. Después de Déficit ¿le quedaron ganas de repetir la experiencia de dirigir? "Dicen que la primera película es sólo el principio para hacer la segunda".

Canana y Cha Cha Cha pueden colmar, salvando las distancias, el sueño de todo cineasta de producir su propia película. El sueño, en palabras de Bernal, de hacer la película que uno encuentra, desarrolla, busca y crea. "El hecho de montar una productora da muchas posibilidades, pero al mismo tiempo tienes más responsabilidad porque la compañía depende en gran parte de la película que hagas. Es un juego de doble filo".

El joven actor no duda un instante a la hora de señalar Amores perros (González Iñárritu, 2000) como la película que le catapultó en su carrera y que supuso el pistoletazo de salida de la nueva etapa del cine mexicano. "Una película puede acarrear mil películas", dice García Bernal. "Fue una película que se presentó en todas partes del mundo y en todas fue un sacudidón. Con ella nació un tipo de cine".

El intérprete también muestra su faceta solidaria. "Para mí es un acto de congruencia vivir en México", dice el actor, que ha sido fichado como embajador global de Oxfam International, organización que reclama reglas más justas en el comercio mundial y que se tenga más en cuenta a los campesinos de los países pobres. "Vivo en un país que justamente necesita mucho de esto". Su compromiso arrancó en 2005. Comparte la categoría de embajador global con nombres como Desmond Tutu, Miguel Bosé, Scarlett Johansson y Annie Lennox. "Trato de ser consecuente conmigo mismo. Me llena de mucho orgullo que me hayan elegido como embajador, pero me gustaría hacer mucho más y hacer la revolución en torno a un comercio justo para todo el mundo".

Gael García Bernal, en una escena de la película <i>Rudo y cursi,</i> que rueda a las órdenes de Carlos Cuarón.
Gael García Bernal, en una escena de la película Rudo y cursi, que rueda a las órdenes de Carlos Cuarón.CHA CHA CHA FILMS / YVONE VENEGAS
Arriba, Gael García en una escena de <i>Rudo y cursi;</i> abajo, a la izquierda, el actor, junto al director de <i>Babel</i>, Alejandro González Iñárritu, en el pasado Festival de Cannes; a la derecha, el actor en <i>Amores perros</i>.
Arriba, Gael García en una escena de Rudo y cursi; abajo, a la izquierda, el actor, junto al director de Babel, Alejandro González Iñárritu, en el pasado Festival de Cannes; a la derecha, el actor en Amores perros.CHA CHA CHA FILMS / AP

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