Rice busca en Oriente Próximo el apoyo de sus aliados contra Irán
Estados Unidos prepara la conferencia de paz de otoño con los "países árabes amigos"
La enésima gira de la secretaria de Estado norteamericana, Condoleezza Rice, en Oriente Próximo se presenta como la más crítica y decisiva para conseguir el apoyo de Israel y los países árabes aliados a los objetivos de Washington. La conferencia de paz prevista para otoño, el duelo con el rearmado Irán y la situación en Irak son los tres delicados vértices de un trío de asignaturas que Rice y el secretario de Defensa estadounidense, Robert Gates, pretenden aprobar.
Como las palabras y promesas no son suficientes para superar este tipo de exámenes, Rice cuenta esta vez con la inestimable ayuda de Gates, que se ha sumado a la gira para demostrar que la anunciada ayuda militar es un hecho garantizado. En la casi siempre tranquila localidad egipcia de Sharm el Sheij, Rice y Gates participaron en una cumbre con ocho países árabes, considerados "amigos": Arabia Saudí, Kuwait, Emiratos Árabes Unidos, Qatar, Omán y Bahrein, Egipto y Jordania. Rice busca el beneplácito y la confirmación de asistencia de estos países, en particular de Arabia Saudí, en la conferencia de paz que ha anunciado el presidente George W. Bush para tratar el conflicto palestino-israelí. "Hemos de trabajar para que sea una oportunidad real que traiga estabilidad a toda la zona", les dijo Rice.
La jefa de la diplomacia estadounidense se reunió ayer, entre otros, con el presidente de Egipto, Hosni Mubarak, y con el secretario general de la Liga Árabe, Amr Musa, que le garantizó todo el apoyo "siempre y cuando la conferencia de paz trate los asuntos más importantes como la ocupación israelí en Cisjordania y el Golán y la creación de un Estado palestino". Rice justificó la táctica de discutir todos los puntos en discordia en lugar de profundizar exclusivamente en un solo frente: "La agenda que tenemos es bastante grande pero si no se abordan todos los retos, no vamos a resolver nada".
El destacado incremento de la ayuda económica y militar de Estados Unidos ha sido recibido con discreta satisfacción por los tres beneficiarios (Israel, Egipto y los países del golfo Pérsico). Irán y Siria, como estaba previsto, criticaron ayer lo que llamaron "nueva interferencia extranjera que contribuirá al aumento del miedo en la zona". Incluso el primer ministro libanés, el prooccidental Fuad Siniora, se atrevió a alzar la voz contra su protector (Bush) al afirmar: "La continuación del apoyo a Israel (en alusión a los más de 22 millones de euros) provocará una nueva crisis y aumentará la frustración entre los árabes y los musulmanes, que ven cómo se ignoran sus causas mientras se protegen los intereses de Israel".
Mientras Rice suma otra gira en su haber, el mediador "recién llegado", Tony Blair, comienza a cosechar los frutos de su primer viaje hace una semana como enviado del Cuarteto. Bajo el lema "La paz empieza por el bolsillo", los principales empresarios israelíes y palestinos han aceptado el reto lanzado por el ex primer ministro británico y crearán un fórum económico conjunto que impulse ambiciosos proyectos en Cisjordania. El objetivo de Blair, que cuenta con el apoyo del primer ministro de Israel, Ehud Olmert, y de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Salam Fayad, es "conseguir que los palestinos en Cisjordania sientan el progreso económico que alivie y mejore su vida diaria".
Con el mantenimiento del bloqueo sobre la franja de Gaza gobernada por el grupo islamista Hamás se pretende aumentar las diferencias económicas y sociales entre esta zona y la Cisjordania del presidente, Mahmud Abbas. Ayer, el diario Maariv revelaba que paralelamente a la conferencia regional de paz 100 empresarios israelíes y palestinos se citarán en una reunión económica y comercial, en Sharm el Sheij o en Áqaba (Jordania). De ellos, pero sobre todo de los líderes políticos, depende que el sueño económico se convierta en una realidad.
Hamás consolida su poder
Otra noticia que Rice recibió ayer con satisfacción es la decisión de Israel de reanudar los contactos con los representantes de la ANP en el extranjero. Unos contactos congelados desde enero del 2006, cuando Hamás ganó las elecciones. En la actualidad, hay 107 oficinas diplomáticas palestinas en todo el mundo, en manos en su gran mayoría de la OLP de Abbas.
Mientras en Sharm el Sheij se dialoga, Hamás sigue consolidando su poder en Gaza. Tras disolver la Seguridad Preventiva, que dependía del presidente palestino, el Gobierno de Ismail Haniya remodela los organismos de seguridad con la creación de un nuevo y potente servicio de espionaje. Hamás ya ha reclutado a miles de palestinos que formarán parte de un organismo paralelo a la Fuerza Auxiliar armada del Ejecutivo. El dirigente islamista Mahmud Zahar anunció ayer amplias reformas en el sistema judicial en Gaza, inexistente desde la toma de poder de Hamás.
Rusia apoya a Abbas como "legítimo líder del pueblo palestino", según manifestó el jefe del Estado ruso, Vladímir Putin, ayer en una reunión con el presidente de la ANP. Abbas realizaba su primera visita a Moscú desde que Hamás se hizo con el control de la franja de Gaza, informa Pilar Bonet.
Moscú tomó ayer una cierta distancia respecto Hamás, aunque no interrumpirá los contactos con esta organización. "Hemos rebajado un poco el nivel de la relación con Hamás y continuamos los contactos con el único fin práctico de intentar de algún modo influir en ellos directa o indirectamente para impulsar a las partes a restablecer el diálogo", señaló el viceprimer ministro de Exteriores, Andréi Denísov, según el cual Hamás no es una estructura homogénea, sino que integra también a grupos más moderados con los que se puede tratar.
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