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Reportaje:

Proinserga volverá a las granjas

Arrastra una deuda de 171 millones de euros tras adquirir en 2004 Primayor a Campofrío

No pudo ser. La compra de Primayor Foods en 2004 al grupo Campofrio, supuso un paso decisivo para transformar Proinserga de una empresa ganadera a una industria alimentaria con una fuerte presencia en el segmento de los mataderos. Menos de tres años más tarde, la compra ha llevado al grupo al borde de la suspensión de pagos con unas deudas totales de unos 170 millones de euros. Liquidar la industria y volver a los orígenes en las granjas, se presenta como la solución más viable para el grupo.

El grupo se ha tenido que desprender de todos sus mataderos con unos impagos a ganaderos y cerealistas de unos 25 millones de euros

Proinserga, con una facturación en su momento más alto de 800 millones de euros, ha sido la primera empresa segoviana y la segunda en el sector de las carnes de porcino en España, con el liderazgo en la oferta de carnes frescas. Desde su constitución en 1968 por un grupo de 22 socios, la empresa se especializó en la producción de porcino y ha sido un ejemplo en su actividad en el desarrollo de este tipo de ganadería, desde la investigación de la genética, al manejo de los animales y la asistencia en las granjas.

Hoy, el grupo cuenta con más de 200 socios en las provincias de Segovia Valladolid y Avila, dos plantas para la fabricación de más de 400.000 toneladas de piensos para sus ganaderos, lo que genera más de 2.000 puestos de trabajo en el campo, a los que se suman otros 300 empleos en la planta de productos transformados Alresa cuya marca es "El Acueducto".

Con casi todo conseguido en el segmento de la producción de porcino, la empresa segoviana tenía entre sus objetivos seguir creciendo con su entrada en el segmento de la industria de la carne, tanto a través de mataderos para el sacrificio, como para la fabricación de elaborados. En esta línea, a inicios de los años noventa, intentó, sin conseguirlo, desarrollar esa politica a través de la empresa madrileña Campocarne, posteriormente en manos de Campofrio y finalmente cerrada tras un incendio. Un segundo paso en esa dirección fue el control de la fábrica de elaborados "El Acueducto", adquirido a la multinacional Nestlé.

El gran salto de la empresa cooperativa ganadera se produjo en la primavera de 2004, cuando el grupo Campofrio, cuyos gestores habían hecho una apuesta por el desarrollo de una división solamente para la producción de carnes frescas, Primayor Foods, optó por dar un vuelco a su estrategia y decidió su venta a la firma segoviana por unos 30 millones de euros. No fue una operación costosa, pero a la postre se ha convertido en un regalo envenenado para la cooperativa en cuanto Primayor ha sido una máquina en generar pérdidas.

La operación de venta contemplaba el paso al grupo segoviano de un total de ocho mataderos distribuidos por toda la geografía nacional. La imposibilidad de gestionar de forma conjunta todas esas industrias, ha supuesto en este periodo la necesidad de llevar a cabo un proceso de ajustes. En esa línea, el matadero de Burgos, que era el buque insignia en el segmento de las carnes frescas, propiedad de Caja Burgos y donde se operaba en régimen de alquiler, fue comprado por Campofrio. El matadero de Lorca fue adquirido por un grupo de ganaderos de esa localidad y el de Calamocha por el grupoPelbor. Se cerraron igualmente los mataderos de Zaragoza y Mollerusa y, en la actualidad, solamente funcionan en el seno del grupo los de Mollerusa, Albacete y Jaén, trabajando bajo el sistema de maquina.

Toda esta política de ventas o cierres se ha traducido en un nuevo grupo donde el empleo industrial se ha reducido a la quinta parte, mientras su fondo de comercio, de unas 300.000 toneladas de porcino y casi otras 20.000 toneladas de vacuno, se ha destruido en su mayor parte.

Por la importancia del grupo en la ecomomia segoviana, así como en el conjunto de la actividad alimentaria de Castilla y León, la comunidad autónoma se mostró desde un primer momento sensibilizada para evitar el colapso de la sociedad. Sin embargo, han pasado los meses y el grupo Proinserga, a instancias de la propia Junta se halla en medio de un proceso concursal de acreedores, lo que antes se conocía como una suspensión de pagos. Del total de las deudas contraidas con proveedores y entidades financieras destacarían unos 10 millones de euros con los agricultores proveedores de cereales y de otros 15 millones de euros a los socios ganaderos.

Para los responsables de la Junta, este proceso es indispensable para hacer una aportación de 40 millones de euros hasta 2008 en créditos y avales para lograr reflotar el grupo. Por el contrario, en medios de Proinserga se estima los apoyos, siempre anunciados de la Junta, se están retrasando con exceso, poniendo en peligro la supervivencia de un tejido socioeconómico básico en la economía regional. El objetivo de los responsables de la cooperativa es reconducir la situación, volver a los orígenes como entidad ganadera y levantar un grupo agroalimentario e industrial con los pies en el suelo.

Evaristo Grande, presidente del grupo cooperativo Proinserga
Evaristo Grande, presidente del grupo cooperativo Proinserga

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