Los ejecutivos exploran África

"Todo el mundo está ya en China, India, en Latinoamérica. Hoy, el gran factor diferencial es estar donde no está nadie". Pablo Turletti lo tiene claro. Este italiano es el director general de Karpa Marketing Group, una multinacional de organización de eventos publicitarios, y en octubre próximo estará una semana en Suráfrica de la mano de la escuela de negocios catalana IESE. Se empapará de cómo hacer negocios allí. A cambio de 5.500 euros, recibirá un curso intensivo, Inside Africa, con sesiones académicas, entrevistas con empresarios y visitas a compañías locales. Por si alguna vez toma la decisión de trabajar en el continente.

"Yo me apunté al Inside India y me proporcionó una base muy sólida de ese país. Lo más interesante es que por la tarde visitamos empresas y conocimos a los grandes ejecutivos locales", explica Fernanda Rodríguez, gerente de Ernst & Young especializada en fusiones y adquisiciones. También viajará en octubre a Ciudad del Cabo y a Johannesburgo.

"La mejor manera de desarrollar el continente es formar a empresarios", asegura un profesor

El IESE inauguró los programas Inside en 2006 en India, que celebrará su tercera edición el próximo febrero. China le ha seguido este año (en abril de 2008 organizará el segundo curso) y ahora se le une África.

¿Qué puede aportar el continente más pobre del mundo y olvidado por los gobiernos y las instituciones económicas multilaterales? Frente a las crudas imágenes de hambrunas, enfermedades, guerras y sátrapas, está el potencial de desarrollo. El Fondo Monetario Internacional (FMI) prevé un crecimiento en la región del 6,5% este año, consolidando el periodo de crecimiento económico más significativo desde los setenta. "La Bolsa de Johannesburgo presenta un rendimiento anualizado superior al 25% en los últimos cinco años", destaca el surafricano Paddy Miller, profesor del IESE y director académico del programa. "Hay zonas muy pobres, pero el potencial de desarrollo de los próximos cinco o 10 años es muy importante. Es la nueva Latinoamérica", señala Rodríguez, de origen argentino.

Para Javier Santomá, profesor de la escuela de negocios, "la mejor manera de desarrollar el continente es formar a directivos y ejecutivos, mostrarles que se pueden ganar la vida de forma honrada, sin corrupción". Santomá lleva años trabajando en África con el IESE. La primera presencia importante la data en 1992, cuando participó en la creación de la Lagos Business School, en Nigeria. "Les enseñamos cosas que hoy nos pueden parecer tan rudimentarias como usar el Excel, el problema era encontrar ordenadores. A juzgar por el desarrollo de Nigeria, no les ha ido mal", relata el profesor, que hace dos años ayudó también a establecer la Strathmore University en Nairobi (Kenia).

Ayuda -ahí están las promesas y los resultados de ayuda multimillonaria del G-8- o empresarios. Es uno de los debates sobre África, avivado por el congreso Tecnología, Educación y Diseño Global, TED, al que sólo puede accederse con invitación y que frecuenta la aristocracia de Silicon Valley. Los TED casi siempre se celebran en California (Estados Unidos), pero este junio se celebró en Tanzania: la estrella del rock Bono logró convencer a los organizadores.

Junto al insaciable abastecimiento de recursos naturales para cubrir la demanda energética de los países ricos (petróleo, minerales), el sector tecnológico es uno de los de mayor futuro. Varios países africanos están supliendo la ausencia total de infraestructuras industriales con las nuevas tecnologías. Los móviles, por ejemplo, hacen innecesaria una red de telefonía fija.

Hacer negocios en África requiere superar los problemas de infraestructuras, seguridad y salud, pero también debe hacerse frente a una gran competencia. Especialmente en Suráfrica, donde existen fuertes compañías nacionales -como la cervecera Miller- muchas de ellas nacidas en la época del apartheid, que se enriquecieron cuando se levantaron las sanciones económicas.