La Generalitat no ha puesto en marcha los 12 centros planeados para inmigrantes

De haberse llevado a cabo los planes a los que se comprometió la Generalitat para atender a los inmigrantes, que incluyen 12 centros de acogida temporal, lo más probable es que el asentamiento de sin techo que llevaba años acogiendo a un centenar de personas bajo el puente de Ademuz de Valencia nunca se hubiera producido. De esta forma, el Ayuntamiento se hubiera ahorrado las fotografías recientes de agentes de la Policía Local desalojando a los extranjeros a la fuerza y las críticas que ha recibido de asociaciones que colaboran con inmigrantes y de la oposición por su contundencia.

En el Pacto Valenciano por el Crecimiento y el Empleo (Pavace), firmado en 2001 y con vigencia hasta 2006, se acordó la creación de 12 centros de acogida temporal de inmigrantes. Lo firmaron la Consejería de Economía, la patronal Cierval y los sindicatos CC OO y UGT. Este extenso documento, destinado a impulsar el desarrollo económico, incluía un Plan Valenciano de Integración de las Personas Inmigrantes, con el compromiso de poner en marcha estos centros que se deberían ubicar "en zonas urbanas con población inmigrante relativamente elevada y próximas al litoral".

La idea era contar con unas instalaciones donde poder atender a los extranjeros atraídos por la demanda laboral de la zona, ya fuera temporeros en época de recogida de fruta u obreros en áreas de expansión urbana. Precisamente, la falta de centros de este tipo motivó el asentamiento de subsaharianos bajo el puente de Valencia, una situación que se ha ido enquistando hasta convertirse con el paso de los años en un polo de atracción de todo tipo de sin techo, incluidas las personas con graves problemas de exclusión.

"Toda la responsabilidad de la situación a la que se ha llegado es suya", apunta Luis Poveda, portavoz de la red de acogida a los inmigrantes del río, señalando al Consell. Las asociaciones de ayuda a inmigrantes llevan años insistiendo en la necesidad de construir los centros, especialmente uno en Valencia. Hace dos semanas fue Cáritas la que reiteró la necesidad de un centro de acogida especialmente destinado para estas personas que acuden en busca de trabajo siguiendo el mercado laboral y carecen de techo. La Administración "debería crear un centro de acogida permanente que los pueda albergar ya que son los que más dificultades encuentran para acceder a una vivienda digna", apuntó Rosa Medina, responsable de atención a inmigrantes de Cáritas.

La última entidad en solicitarlo fue la Síndic de Greuges, Emilia Caballero, el jueves pasado. Además de censurar la forma elegida por el Ayuntamiento para evacuar a los inmigrantes, Caballero criticó que los albergues concertados no se adaptan a las necesidades de estas personas. Por ello, destacó la conveniencia de poner en marcha albergues específicos para inmigrantes.

Como el propio Poveda reconoce, ha habido experiencias positivas, como las llevadas a cabo en Puçol o en Torrent, donde la Unió de Llauradors i Ramaders junto con la Consejería de Bienestar Social pusieron en marcha albergues para casi un centenar de inmigrantes temporeros. También en Utiel, donde se toman medidas similares para la vendimia.

Las asociaciones que trabajan con extranjeros no sólo se remiten al Pavace para reclamar la creación de estos centros. También apelan al Plan Valenciano de la Inmigración (2004-2007), un programa elaborado por la dirección general de la Inmigración. En este documento, el Consell se comprometía a "cubrir la demanda de alojamientos de acogida para inmigrantes sin domicilio fijo que llegan a los distintos municipios de la Comunidad Valenciana en busca de trabajo o se encuentran a la espera de obtener su permiso de estancia en España".

Fuentes de la dirección general de Inmigración, que antes se enmarcaba en la Consejería de Bienestar Social y actualmente cuenta con departamento propio, señalan que el Consell está poniendo en marcha una decena de Agencias para la Integración y Convivencia Social (Amics), unas oficinas de información, mediación, asesoramiento y orientación a inmigrantes. Estas agencias, señalan las mismas fuentes, "se configuraron como una red de centros en los que se pretendía ofrecer comida y manutención a las personas procedentes de otros países que carecieran de recursos y con graves dificultades de integración". Sin embargo, se reorientó el proyecto "a tenor del informe de la dirección general de Política Regional" porque "el alojamiento quedaba excluido de la elegibilidad de los fondos Feder".

El Ayuntamiento de Valencia sostiene que no hacen falta centros de acogida ya que cuenta con 364 plazas conveniadas con distintas entidades para alojar a personas sin techo. Las entidades que colaboran con inmigrantes sostienen que estos centros no reúnen condiciones. Allí se alojan personas con problemas de mendicidad cronificada o dependencias que no se deben mezclar con jóvenes que vienen a buscar trabajo.