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La derrota en Álava lastra los planes del PSE de alzarse como alternativa al PNV

El desconcierto se adueña de los socialistas alaveses tras perder 'in extremis' la Diputación

La derrota en la Diputación alavesa puede lastrar seriamente el intento del PSE-EE de llegar a las elecciones autonómicas de 2009 como alternativa sólida y creíble frente al PNV. Acuñar esa imagen fue precisamente el propósito que los socialistas se marcaron tras los buenos resultados que cosechó el 27-M, al ganar en Vitoria, San Sebastián y Guipúzcoa, y batir también al PNV en Álava, mientras este partido obtenía sus peores resultados. Dos meses después, sólo conserva la alcaldía donostiarra y logra por primera vez gobernar en minoría el Ayuntamiento de Vitoria.

La primera reflexión realizada por los dirigentes del PSE-EE la noche del 27-M fue que los resultados les colocaban en una situación excelente para disputarle al PNV las autonómicas de 2009 y poner en entredicho el liderazgo que este partido ha llevado desde el nacimiento de la autonomía. Tanto su secretario de Organización, Rodolfo Ares, como su secretario general, Patxi López, así lo proclamaron. "Somos la fuerza que puede liderar la alternativa al tripartito", dijo el primero una vez comprobado que su partido subía de forma clara y homogénea en los tres territorios, ganaba al PNV en dos Álava y Guipúzcoa y sus capitales ,y desbancaba al PP como segunda fuerza en Vizcaya. Todas las miradas enfocaron a Ajuria Enea, y Patxi López se postuló la misma noche electoral como "alternativa real" al lehendakari Ibarretxe.

Tras completarse el mapa institucional con la elección, el pasado jueves, del diputado general de Álava, el balance, en términos de liderazgo y presencia en gobiernos de territorios históricos y capitales, se reduce a la conservación de San Sebastián y el logro, histórico, de la alcaldía de Vitoria.

Pese a que el desenlace fue el mismo, la gestión realizada por Miguel Buen de su victoria en Guipúzcoa se da por buena. Fue clara y explicable, se afirma en medios del PSE. Hay más dudas sobre cómo se han manejado los resultados en Álava. El desconcierto se ha adueñado de los socialistas alaveses, cuya ejecutiva provincial se reunió ayer. Su secretario general, Txarli Prieto, explicó el proceso de negociación previo al desenlace del jueves y hoy comparecerá para hacerlo en público.

La cautela dominaba las valoraciones de los medios consultados, a la espera de oír al máximo responsable, Juan Carlos Prieto, protagonista único de las conversaciones con otras fuerzas políticas. Pero esa cautela no impedía a algunas de las fuentes consultadas reconocer que las consecuencias de lo ocurrido en Álava son muy malas para ese intento de configurarse como alternativa creíble al PNV.

Análisis y gestión

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Se partió de un análisis correcto, afirman: Álava había pedido el cambio en las elecciones y el PNV, tercero en las urnas, no podía liderarlo. Prieto pidió y obtuvo carta blanca para operar. Durante las semanas transcurridas desde las elecciones, su mensaje al partido, igual que hacia fuera, ha sido que todo estaba hecho. El conjunto de la ejecutiva y de la militancia depositó una confianza total en su gestión personal de la negociación.

Cualificados miembros del partido, perplejos desde que el jueves supieron cuáles eran las cartas con las que Prieto daba por segura su elección -un acuerdo con EB y Aralar que no resultó-, califican el espectáculo ofrecido de "lamentable". Más aún, los socialistas cuestionan ahora que la prioridad fuese desalojar al PP, aun a costa de tender la alfombra al gran perdedor de las elecciones, el PNV, su principal contrincante en esa aspiración a liderar la comunidad autónoma. Aunque compartan el acierto de terminar en Euskadi con lo que de "política de excepción" suponen los pactos con el PP. "El problema es de credibilidad y de ese futuro como alternativa. No hay nada peor en política que no poder explicar bien lo que se hace", señala otro socialista alavés.

El PP acusó duramente: "Prieto jugó un juego marcado por la ambición personal y tratando de engañar a todo el mundo", dijo su presidente alavés, Alfonso Alonso. El dirigente popular se mostró "decepcionado" por el modelo de interlocución de Prieto, marcado, según dijo, por la "soberbia y el desprecio", mientras negociaba "con un partido independentista", en referencia a Aralar. Alonso interrogó al PSE sobre una decisión de trascendencia: ¿qué va a hacer con su pacto con el PP en la Caja Vital?

El socialista Txarli Prieto felicita, el jueves, al nuevo diputado general alavés, Xabier Agirre.
El socialista Txarli Prieto felicita, el jueves, al nuevo diputado general alavés, Xabier Agirre.PRADIP J. PHANSE

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