La Junta andaluza ha multado a Endesa con siete millones de euros en cinco años

Los apagones eléctricos, como el sucedido esta semana en Barcelona, fueron una pesadilla para los andaluces y, en especial, para los sevillanos, en el verano de 2004. Con temperaturas superiores a los 40 grados, y récord de consumo eléctrico, los meses de junio y julio de aquel año fueron un infierno de calor y pérdidas para ciudadanos y empresarios. El gran apagón, entre el 28 y el 29 de junio de aquel verano, afectó a más de 305.000 clientes, en el argot de la que hasta poco antes se denominaba Compañía Sevillana de Electricidad, entonces ya Sevillana-Endesa.

La media del corte de suministro fue de una hora, en los menos perjudicados, y de hasta 14 horas, con repetidas caídas durante dos días, en los más perjudicados.

La consecuencia de aquel apagón para Endesa fue de una multa de 1,5 millones de euros, interpuesta por el Consejo de Gobierno de la Junta de Andalucía del 20 de septiembre de 2005. Fuentes de la Junta no supieron precisar ayer si Endesa había hecho efectiva dicha sanción, aunque indicaron que la mayoría de las sanciones impuestas en aquel año, por importe superior a los tres millones de euros, están recurridas por la compañía.

Dos grandes apagones

Las mismas fuentes indicaron que desde 2000 a septiembre de 2005 la Junta de Andalucía había impuesto sanciones a Endesa por valor de siete millones de euros, tanto por el corte de suministro como por no incumplir las revisiones previstas y las labores de mantenimiento. La otra sanción más elevada impuesta fue de 602.000 euros, correspondiente a cortes de suministro entre julio de 2004 y febrero de 2005 que afectaron a 148.000 habitantes en la provincia de Jaén.

En ese periodo de mayor crisis de suministro eléctrico para los andaluces se produjeron dos apagones muy significativos. El primero, el 26 de julio de 2004, cuando más de un millón de habitantes se quedó sin luz en 33 de los 44 municipios de la provincia de Cádiz, incluida la capital y Jerez. La causa fue un exceso de demanda que provocó caídas de tensión y el posterior apagón. El corte del suministro duró entre 45 minutos y cuatro horas.

El segundo caso se produjo el 22 de noviembre de 2004, cuando en torno a 805.000 clientes de Endesa de las provincias de Sevilla y Huelva se quedaron sin electricidad durante dos horas, originado por un incendio en una central hidráulica. Sevillana no dio cifras oficiales de afectados, si bien quedó constatado que, además de onubenses y sevillanos, muchos municipios de Badajoz, provincia limítrofe, también se vieron afectados.