Los 130 millones de recetas médicas anuales serán electrónicas en 2008

Desde finales de 2006, 119 médicos de atención primaria y 40 farmacias de Girona y la zona de las tierras del Ebro participan en el proyecto piloto de la receta electrónica, impulsada por el Departamento de Salud. En este tiempo 6.511 pacientes de los municipios de Salt, La Bisbal d'Empordà, Tortosa, Ulldecona y La Sénia se han beneficiado de este sistema de prescripción y dispensación farmacéutica digital, que se extenderá a toda Cataluña a partir del próximo mes de enero.

El Gobierno de la Generalitat aprobó ayer el proyecto de decreto por el que se regula la receta electrónica y la tramitación telemática de la prestación farmacéutica a cargo del Servicio Catalán de Salud (SCS).

Las 300.000 recetas en papel que los médicos emiten diariamente en Cataluña -130 millones anuales- se convertirán en electrónicas a partir de enero de 2008. Para ello, la Generalitat de Cataluña invertirá unos 19 millones de euros.

La medida, con todas las garantías de seguridad y confidencialidad, integra los procesos de prescripción y dispensación farmacéutica. Además de mejorar la calidad asistencial, la receta electrónica facilita la actividad de los profesionales sanitarios, la seguridad en el uso de los medicamentos y la calidad y la confidencialidad de la información.

Además, mejora la comunicación entre enfermo, médico y farmacia. Los más beneficiados serán los enfermos crónicos, que periódicamente -cada semana, en muchos casos-, deben acudir a su centro de atención primaria para solicitar al médico o enfermera nuevas recetas.

A partir de enero, el profesional sanitario no les entregará la clásica receta, sino un papel en la que figurará el fármaco y la duración del tratamiento, de manera que el farmacéutico podrá ir dispensándolo libremente al paciente durante todo el periodo de duración de la terapia.

Los médicos también se benefician de la iniciativa al reducirse las colas de pacientes que sólo acuden a los ambulatorios para recoger recetas.

La receta electrónica, llamada receta XXI, está implantada en Andalucía desde 2003. País Vasco y la Comunidad de Madrid también han desarrollado pruebas piloto de este sistema de prescripción y dispensación electrónica, y el Ministerio de Sanidad y Consumo, cuando todavía lo dirigía Elena Salgado, se comprometió a agilizar su implantación en todo el territorio español antes de finales de año.