Adiós, amigo
Nació coyunturalmente en Madrid, pero era un cántabro de espíritu y corazón ("hijo adoptivo de Cantabria"). Uno de los grandes personajes de esta tierra pequeña, pero infinita. Es una pérdida terrible. Era mi amigo. Creó un auténtico imperio editorial y de comunicación sobre los cimientos de la apuesta por la democracia y la modernidad. Su periplo empresarial va unido a los mejores años de una España que se asoma al mundo sin complejos.
En esta España en la que hoy la mayoría nos sentimos orgullosos, Jesús de Polanco ha tenido un papel fundamental. Por convicción y oportunidad, supo sintonizar con un país que se liberó de la dictadura y la modorra. Como cántabro le tengo que agradecer que fijara en Santillana del Mar la sede de su Fundación convirtiendo ese espacio en un foco permanente de cultura y notoriedad. Hace 20 días anuló su presencia a última hora en la inauguración en la citada localidad de una semana sobre escritores en lengua española. Allí compartimos horas extraordinarias con Saramago, Carlos Fuentes, Belisario Betancourt, Goytisolo... Le llamé por teléfono y no me transmitió su situación real.
Jesús nunca olvidó un hecho ocurrido cuando siendo yo vicepresidente de Cantabria en coalición con el PP. Había invitado a las ocho de la tarde de un sábado a todas las autoridades de Cantabria (presidente, delegado del Gobierno, presidente del Parlamento y a mí, entre otros) para inaugurar una magna exposición de pintura hispanoamericana. Dos horas antes los teletipos difundieron que un juez de cuyo nombre no quiero acordarme iniciaba un proceso contra Jesús de Polanco con retirada de pasaporte. Se cruzaron llamadas recomendando no asistir al acto y se produjo una desbandada, lo que me convirtió en presidente del evento. Siempre creí en su recta actitud.
Dejó un legado consolidado y, en mi opinión, increíble. Los españoles estaremos en deuda permanente con una persona que contribuyó poderosamente al cambio de la España de charanga y pandereta por una España pujante que mira al futuro sin complejos. Gracias, Jesús. Adiós, amigo.
Miguel Ángel Revilla Roiz es presidente del Gobierno de Cantabria.
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