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Reportaje:ESCAPADAS

Refinamiento a la italiana

El lago de Como, un símbolo de armonía con la naturaleza

Cuando hace 15.000 años terminó la glaciación en el continente, la naturaleza fue muy generosa con el Lario (príncipe, en etrusco), el otro nombre con el que se conoce a esta bella superficie acuática en las faldas de los Alpes. Por algo desde hace siglos su entorno se ha ido llenando de mansiones acordes con un lugar que ha seducido a escritores y artistas: desde Plinio el Viejo hasta Virginia Woolf, pasando por Goethe, Balzac, Mark Twain o Stendhal, entre otros muchos.

El de Como es el más pequeño de los tres grandes lagos prealpinos italianos. Mayor que los de Orta, Varese, Iseo e Idro, está por detrás del Maggiore, muy parecido en paisajes, y del de Garda, el más grande, y que tal vez pierde belleza por su extensión.

En la pata izquierda de la Y, que es la curiosa forma del lago, a semejanza también de una figura humana retorcida con cuerpo y piernas, está Como, la ciudad que le da nombre. Se encuentra apenas 50 kilómetros al norte de Milán y a otros tantos al sur de Lugano, la capital del Ticino suizo, que se mete como una cuña en el laberinto italiano de valles y montañas alpinos centrales.

En Como destaca su singular catedral gótica de mármol gris azulado, el románico de las basílicas de San Abundio y San Fidele, el monumento y la fuente dedicados a Alessandro Volta, el inventor de la pila, y una obra maestra de la arquitectura del siglo XX, la racionalista Casa del Fascio (1936), de Giuseppe Terragni. La ciudad es el arranque para llenarse de naturaleza y adentrarnos en el entorno del lago, por carretera, por agua o, incluso, por aire. Numerosos barcos enlazan distintos puntos, y los taxis acuáticos son del mismo tipo que los de Venecia. Para empezar a volar se puede tomar primero el funicular que sube a Brunate, en lo más alto de la orilla oriental, y contemplar así el sur del lago desde las nubes.

Pero lo más completo es aventurarse directamente en hidroavión. En Como existe un aeropuerto desde 1913 (con categoría internacional desde 1930). Es el único aeródromo acuático en Italia y el más importante de este estilo en Europa. Del Cabo Norte a Sicilia, y del Atlántico a las islas del Egeo, el Aeroclub de Como sirve a toda Europa con sus hidroaviones.

Dada la curiosa orografía del lago, parece obligado dirigirse a Bellagio, en el centro de la Y invertida. Al ir la carretera por la orilla oriental a más altura, las vistas de la zona occidental, donde también se sitúan las casas más impactantes, resultan espectaculares. Sólo son 30 kilómetros y la estrechez de la calzada ha obligado a instalar semáforos en algunos tramos, al no haber espacio más que para un coche.

Pero el pequeño rally merece la pena. Por la noche se recomienda conducir despacio, para evitar el riesgo de atropello a los voluntarios que, con linternas y cubos, salvan de morir bajo las ruedas a los sapos que bajan de las laderas a desovar cerca de la orilla del lago, como hacían antes de que existiera la carretera.

Bellaggio, con calles empedradas y estrechas que llegan hasta la orilla, es una de las joyas del lago; y así lo entendieron reyes como Leopoldo de Bélgica, que fue uno de los dueños de Villa Giulia, en la cercana Regatola di Bellaggio. Villa Frizzoni, construida por esta familia en 1850, pasó a ser después el hotel Villa Serbelloni, uno de los más lujosos de la zona. En el restaurante La Punta, goza la vista tanto o más que el paladar.

Pasar desde Como a Suiza y comparar el lago italiano con el de Lugano es otra atracción. No le pedirán ni el pasaporte, pero en la frontera sí le cobrarán 30 euros si no tiene la pegatina del año para circular por las autopistas helvéticas. Muy suizo el detalle. Podrá visitar Campione y su casino, el más grande de Europa; y Campagnolo, donde la baronesa Thyssen no tiene problema alguno con los árboles en su Villa Favorita.

El regreso hacia el sur es una ocasión para recrearse por la orilla occidental del lago de Como. Los 30 kilómetros entre Menaggio y Como, de carretera más ancha que la de la orilla oriental, son la atracción. En Tremezzo, muy cerca de Menaggio, se alza Villa Carlota, cuyos jardines pasan por ser de los más espléndidos del borde del lago. Es el comienzo del espectáculo. Más al sur se llega a Moltrasio, donde se instaló en los años setenta el desaparecido Gianni Versace, tras dejar Reggio Calabria por Milán. La seda, una de las artes de la zona, contribuyó a atraer al diseñador.

Un actor en Villa Oleandra

Pero quien acabó de poner Como en la órbita de las estrellas fue George Clooney. El actor estadounidense descubrió el lago en 2002, durante una excursión en moto desde Milán, y no permitió siquiera que Sotheby's empezara la puja sobre la base de 7,5 millones de euros que pedía su compatriota el multimillonario de las salsas Heinz. Se hizo con Villa Oleandra, una mansión en Laglio, un poco más al norte de Moltrasio.

Antes y después del festival de Cannes sigue paseando con sus Harley Davidson; jugando al baloncesto con colegiales en Carate-Urio, otro pueblo cercano; al golf en Menaggio, o haciendo ejercicios en el gimnasio de Villa del Este, el hotel de Cernobbio, apenas a dos kilómetros de Como, y considerado como uno de los más lujosos de Italia. También ha encabezado una protesta vecinal contra los planes municipales que saturarían turísticamente la zona y contra la especulación urbanística.

Villa del Este y Villa Olmo, en el mismo Cernobbio que acoge varias de las mansiones más impresionantes del lago, son espectaculares por sus jardines. En Villa Erba, donde se reunieron en 2003 los mandatarios de la Unión Europea, pasó veranos el director de cine Luchino Visconti, cuando era de su familia. Es otro recinto impactante. Todos tienen sus grandes y pequeñas historias. Villa Flori, por ejemplo, ahora hotel, con maravillosas vistas al lago, fue el escenario en 1860 de la boda de Garibaldi, héroe de Italia, con Giuseppina Raimondi, hija del marqués dueño de la mansión. El que debía ser feliz momento apenas duró una mañana. Garibaldi se enteró de que la joven, de 18 años, había tenido ciertos deslices en el pasado, y la abandonó.

GUÍA PRÁCTICA

Cómo ir- Iberia (www.iberia.com), Easyjet (www.easyjet.com), Vueling (www.vueling.com) y Air Europa (www.aireuropa.com) ofrecen vuelos directos de ida y vuelta entre Madrid y Milán a partir de 70 euros. Hasta el lago Como, coger un tren en el aeropuerto de Malpensa y hacer transbordo en Saronno.Información- Turismo de Como (www.turismo.como.it).Direcciones- Catedral. Piazza del Duomo. Como.- Basílica de San Fidele. Via Vittorio Emanuele II. Como.- Basílica de San Abundio. Via Imbonati, 1. Como.- Funicular de Como a Brunate (00 39 031 30 36 08). Piazza de Gasperi, 4. Como. Ida y vuelta: 4 euros.- Casa del Fascio. Piazza del Popolo, 4. Como.

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