El otro 'Proyecto Río'
Los habitantes de un poblado chabolista adosado a la Casa de Campo convierten un tramo de la ribera del Manzanares en un vertedero
El Manzanares tiene mil caras. Y ésta es la que por la mañana no se enjuaga ni se quita las legañas. A la altura de la depuradora de Viveros, adosado a la parte trasera del Club de Campo, hay un poblado chabolista que desde hace años utiliza la ribera del río como vertedero particular. La basura y los escombros se acumulan junto al cauce del escuchimizado Manzanares y vierten en un paisaje, a muy pocos kilómetros del futuro y flamante Proyecto Río de la capital, poco acorde con la imagen que se quiere dar de la nueva ciudad.
A la zona se accede desde la A-6 en dirección Madrid, justo después de la entrada al hipódromo de la Zarzuela. La depuradora de Viveros señala el lugar. Las chabolas ya son casas de cemento, con sus habitaciones, comodidades y antenas parabólicas. Un Mercedes flamante está aparcado junto a una de ellas. A su lado, maniobra torpemente un gran camión cargado de basura. Avanza poco a poco por una de las maltrechas calles del pequeño entramado urbano del poblado y desemboca en uno de los descampados que hay en la parte trasera de la depuradora municipal de Viveros. Todo esto, a 15 metros de la Casa de Campo.
El camión levanta su plataforma y suelta la carga. No se corta ni un pelo. Cae un triciclo, cartones, ropa, chatarra... Y ahí se queda, porque la empresa que el Ayuntamiento subcontrata para limpiar los márgenes del Manzanares a su paso por la capital, Sufi-IMES, parece que no acude tan a menudo como creen los responsables municipales.
"Regularmente, esta empresa realiza limpiezas de toda esa zona. Si está sucio ahora es porque deben estar a punto de volver a pasar para subsanarlo", explica una portavoz del área de Medio Ambiente. Esta responsable, además, asegura que los vecinos del poblado chabolista cuentan con un servicio de recogida de basuras.
"Esto es una consecuencia de la entrega de la limpieza del Manzanares a manos de empresas privadas", denuncia Raquel López, portavoz municipal de IU de Medio Ambiente. "Toda esta basura se acumula justo al lado de la depuradora municipal de Viveros. Es responsabilidad del Ayuntamiento asegurar que las empresas que contrata para prestar un servicio que, a nuestro entender, debería ser público, cumplan con las condiciones del contrato. Y si no, que se les retire", denuncia López.
"Yo trabajo aquí desde hace unos meses y no he visto que nadie limpiara todo esto", explica un empleado de una obra cercana al vertedero. Mientras termina de explicarse, aparece una furgoneta blanca cargada de chatarra. El conductor baja, abre las puertas traseras y comienza a deshacerse de toda la mierda.
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