Rajoy comprueba a pie de playa que en la isla de Ibiza no hay 'caso Prestige'
La visita del líder popular coincide con la apertura al baño de una de las tres playas afectadas
El presidente del PP, Mariano Rajoy, pisó ayer dos de las tres playas de Ibiza que se vieron afectadas, hace siete días, por las manchas de combustible vertido en el hundimiento del Don Pedro tras chocar con un islote a dos kilómetros de distancia del puerto de Ibiza. Después de haber criticado el día anterior al presidente del Gobierno, José Luís Rodríguez Zapatero, por su "interés nulo" y por "minimizar la gravedad" del asunto, el líder de la oposición tuvo que cambiar de discurso al ver que los efectos del vertido sobre las playas ya eran prácticamente inexistentes.
En Ibiza no se hundió otro Prestige y, afortunadamente, no hay cientos de kilómetros de costa impregnados de chapapote. No hay combustible para encender un nuevo gran escándalo político. Al poco de desembarcar Rajoy, una de las tres playas clausuradas, la d'en Bossa, fue reabierta al baño. En las próximas horas se espera levantar el veto sobre las zonas de Talamanca y Figueretes. Las playas cuyas orillas se mancharon con fuel y aceite están prácticamente limpias de contaminación.
El dirigente del PP había anunciado su viaje relámpago a Ibiza "ante los graves acontecimientos que se están sucediendo" y tras reprochar al Gobierno un "oscurantismo informativo descomunal", así como obrar "con lentitud, tarde y sin reflejos". Para ver el color negro del fuel en el litoral, Rajoy tuvo que mirar de lejos unos bordes de roca costera con impregnaciones, fuera de la playa. Prefirió no visitar la playa reabierta.
Desde el mundo del turismo de Ibiza se hicieron llegar observaciones a Rajoy pidiéndole que no avivara un fuego que sólo perjudica la imagen de la isla. Los jefes de la patronal hostelera han censurado el "alarmismo infundado" con noticias "negativas" y "desmesuradas". "Le agradezco a Rajoy las declaraciones de hoy, más tranquilas que las de ayer", observó el presidente del Gobierno de Baleares, el socialista Francesc Antich.
El PP ha tenido que plegar velas, olvidar las soflamas sobre el caso del hundimiento del barco en Ibiza, "el peor desastre ecológico de las Baleares", según el diputado del PP Jaume Font. El ex delegado del Gobierno del PP en Galicia en la época del accidente del Prestige, Arsenio Fernández de Mesa, culpó de "irresponsabilidad manifiesta" e "incompetencia absoluta" al Gobierno porque "un accidente se ha convertido en una catástrofe". Mariano Rajoy apostilló ayer que "sin querer entrar en calificativos", el Gobierno debe solucionar la situación con "la máxima celeridad posible".
El operativo desplegado por el Ejecutivo trabaja ahora en repasar las galletas de fuel sueltas en la arena y el agua y en frenar las manchas que restan en alta mar. "Es una película de fuel y gasoil ligera", explicó Antich.
En Ibiza, dos grandes barcos de Fomento, nueve embarcaciones del Gobierno balear, un avión, dos helicópteros y más de un centenar de operarios trabajan para solucionar el problema. También se han desplegado kilómetros de barreras absorbentes para cortar la amenaza al parque natural de Ses Salines.
La directora general de Salvamento Marítimo, Pilar Tejo, informó ayer tarde de la detección de una nueva brecha en la chimenea del Don Pedro, por donde se estaría produciendo "alguna pequeña fuga" de combustible.
Diferencias entre el naufragio del 'Prestige' y del 'Don Pedro'
77.000 toneladas, 100 playas
El 13 de noviembre de 2002, el petrolero Prestige, que almacena 77.000 toneladas de fuel, sufre una vía de agua y da la señal de alerta. El capitán pide una zona al abrigo del temporal para intentar resolver su avería. El Gobierno se niega y da la orden de alejar el barco. Durante seis días, el barco es remolcado lejos de la costa hasta que se parte en dos el martes 19 de noviembre y se hunde a 4.000 metros de profundidad. El vertido de fuel (más de 20.000 toneladas) ocasiona la mayor catástrofe ecológica en la historia de España. En los primeros días, el chapapote contamina 400 kilómetros del litoral gallego y más de 100 playas. El vertido tóxico llegó también a las costas de Asturias, Cantabria, País Vasco y Francia hasta tres meses después del accidente.
Tres playas, 125 toneladas
En la madrugada del 11 de julio de 2007, el buque Don Pedro colisiona con un islote a una milla (casi dos kilómetros) del puerto de Ibiza. Salvamento Marítimo rescata a los 20 tripulantes del barco antes de su hundimiento a 44 metros de profundidad. El barco, sin carga, almacena 125 toneladas de combustible para su consumo y 20 toneladas de grasa y aceite de motor. Los vertidos esparcidos del barco naufragado afectan de manera discontinua a cinco de los 170 kilómetros del litoral de Ibiza y manchan la orilla de tres de sus 50 playas.
Siete días después del hundimiento, el Gobierno abre la primera de las tres playas afectadas al haberse limpiado la contaminación existente en sus aguas.
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