La gasolina toca máximos

George Bush, en uno de sus célebres gazapos, decía al inicio de su primer mandato: "He hablado con Vicente Fox, el presidente de México, para tener petróleo que enviar a Estados Unidos. Así no dependeremos del petróleo extranjero". La anécdota ejemplifica la realidad: EE UU depende del petróleo extranjero, a pesar de sus reservas y de su potencial, y al inicio de cada verano se enfrenta a una fenomenal demanda que dispara los precios de las gasolinas. En España sucede exactamente lo mismo: gran dependencia energética y un binomio que se repite año tras año. Empiezan las vacaciones y los precios rozan -y en algunos casos rebasan- los máximos.

Al norte de Madrid, Las Tablas es uno de los barrios de nuevo cuño de la capital. Junto a una autovía preñada de coches, una estación de servicio de una petrolera portuguesa luce este fin de semana un flamante panel de precios que bate todas las marcas: 1,163 euros por litro de gasolina eurosúper 95, la más usada. Una marca que supera por un céntimo el máximo alcanzado el verano pasado.

La media está ligeramente por debajo, en 1,09 euros por litro, según los últimos datos del Ministerio de Industria. Y el gasóleo está también rozando los máximos, por encima ya del euro por litro en muchas gasolineras. Los récords suelen ser efímeros, y el mercado de las gasolineras no es precisamente una excepción: "Hasta finales de julio los precios van a subir al menos un par de céntimos más. El petróleo está por las nubes y la demanda alcanza ahora su punto álgido", sentencia Juan Prats, presidente de la Confederación de Empresarios de Estaciones de Servicio. "A partir de agosto empezarán a bajar", concede.

En efecto, los desplazamientos en coche disparan el consumo en julio. Y el petróleo se ha revalorizado un 40% en lo que va de año y roza ya los 78 dólares por barril, al filo del récord alcanzado en agosto de 2006. Esas son las dos causas fundamentales que motivan la inflación de las gasolinas. Hay una característica adicional de la industria española que incide en la formación de los precios: "La compra de coches diésel se ha disparado, y las refinerías producen mucha más gasolina que gasóleo. La consecuencia es que hay que importar combustible diésel y se acaba exportando mucha gasolina excedentaria", afirma Álvaro Mazarrasa, director general de la Asociación de Operadores Petrolíferos.

Las subidas en lo que va de año son espectaculares: el precio medio de la gasolina sin plomo 95 ha aumentado el 13,6%, 13,1 céntimos por litro en 2007. Y el incremento del gasóleo supera el 8%. Llenar el depósito de gasolina en un coche de gama media cuesta hoy 6,5 euros más que el 1 de enero.

Los empresarios encajan con flema las críticas habituales: los recelos derivados de las variaciones de precios sospechosamente coordinadas en las gasolineras. Y echan balones fuera: "El precio lo fijan las grandes petroleras", asegura Juan Prats con contundencia. Frente a quienes afirman que en los últimos años se ha inyectado competencia en el sector, el presidente de la patronal de los gasolineros considera que las gasolineras que operan en España "no tienen más remedio que seguir los precios que fijan Repsol y Cepsa, que controlan más del 70% del mercado".