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Reportaje:La lucha contra la corrupción

Una empresa a la que no le gusta arriesgar

Aifos ha intentado compensar con enormes campañas de imagen su faceta más polémica

"Soy un empresario que no se arriesga. No tengo la más mínima duda de que el proyecto que voy a hacer no va a tener riesgo, porque no creo en el riesgo como estrategia". Jesús Ruiz Casado, presidente de Aifos, pronunció estas palabras en junio de 2006 en una conferencia con motivo de la tercera edición del Salón Inmobiliario del Mediterráneo, que patrocina en exclusiva su empresa en el Palacio de Ferias y Congresos del Ayuntamiento de Málaga. Sin embargo, los agentes del grupo de Blanqueo que le seguían los pasos desde hacía varios meses por la operación Malaya y que registraron la sede de su empresa y le detendrían junto a varios directivos de la compañía, dos semanas más tarde no ven en esta frase un acto de fe empresarial. "Respecto a las actuaciones de su grupo de empresas en Marbella, queda claro que efectivamente apuesta sobre seguro, prevaliéndose del margen de maniobra que le otorgaba el trato de favor y privilegio que venía recibiendo del Ayuntamiento".

El dueño de la empresa está imputado de estafa y fraude fiscal al margen del 'caso Malaya'
La promotora se ha visto envuelta en problemas casi desde su fundación, en 1998
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Aifos realizó regalos por más de 60.000 euros a políticos, jueces y notarios de Andalucía

Aifos, una de las empresas más destacadas del sector inmobiliario en la Costa del Sol, fue constituida en el año 1998 en los inicios del enorme boom de la construcción que ha vivido España en el último lustro. En apenas nueve años, Aifos ha logrado facturaciones de 346 millones de euros en 2005 y de cerca de 250 millones en el ejercicio de 2007, lo que la sitúa como tercera empresa más importante de la provincia e incluso manejó la posibilidad de salir a bolsa.

Sin embargo, la existencia de Aifos, que dispone actualmente de un centenar de promociones con 28.000 viviendas en Alicante, Almería, Cádiz, Murcia, Costa del Sol y Aragón, se ha visto envuelta en la polémica y en las irregularidades, prácticamente desde su fundación. Entre 500 y 1.000 personas, según asociaciones de consumidores, pagaron en 2001 y 2002 la entrada para una vivienda en al menos seis promociones de Aifos en Rincón de la Victoria y Torrox (Málaga), con el compromiso de la empresa de entregar los pisos en 18 meses. En marzo de 2006, sólo una de estas promociones había terminado la primera fase y el resto no contaba con licencia de obra. Ese mismo mes el juzgado de instrucción número 1 de Málaga imputó a Ruiz Casado y a su esposa, María Teresa Maldonado, un delito de estafa al entender que "vendieron a terceros a través de distintas sociedades numerosos inmuebles supuestamente en construcción sin contar siquiera con las pertinentes licencias municipales".

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A pesar de que esta supuesta estafa afectó a cientos de ciudadanos, que se agruparon en asociaciones y se movilizaron a través de internet, los políticos y la prensa local malagueña prácticamente no se hicieron eco del problema. Aifos se había convertido en uno de los principales anunciantes y consiguió desviar la atención mediante un redoble de su inversión publicitaria, en unos años de optimismo generalizado sobre la construcción en Málaga. Aifos ha invertido enormemente en su imagen. Patrocina el Festival de Cine y el Salón Inmobiliario del Mediterráneo y edita una lujosa revista bimestral en cuya portada aparecen artistas de la categoría de Julio Iglesias o Alejandro Sanz.

El 19 de julio de 2006, sin embargo, el dique que protegía a Aifos se rompió. Ese día Jesús Ruiz Casado fue detenido junto al director general, Jenaro Briales Navarrete, y al director financiero de la empresa, José Andrés León, en la segunda fase de la Operación Malaya. Días antes había sido arrestado el director general de la compañía, Francisco García Lebrón, que tras ser enviado a prisión por el juez Torres, pidió cambiar su declaración y contó todo lo que sabía. Aifos había pagado a la llamada caja única de Juan Antonio Roca, el supuesto cerebro de la trama marbellí, más de cuatro millones de euros a cambio de resoluciones urbanísticas favorables, como pasar por alto el exceso de edificabilidad que presentaba el Hotel Guadalpín Banús.

Las investigaciones policiales han convertido a Aifos en una de las pìezas principales del caso Malaya, tanto que el juez Torres ha decidido separar de la causa al menos dos asuntos. El primero tiene que ver con una supuesta defraudación fiscal de 11,4 millones de euros cometida por Ruiz Casado y su esposa entre 2003 y 2005, según un informe de la Agencia Tributaria remitido al magistrado. Los pagos a Roca demuestran, según Torres, "la existencia de un circuito de dinero negro en Aifos opaco para la hacienda pública, lo que además de constituir una evidente defraudación fiscal suponía un fondo de dinero destinado a pagar actividades delictivas".

El segundo caso separado del tronco común de la Operación Malaya se refiere a los regalos "sistemáticos y continuados" efectuados por Aifos a autoridades y funcionarios de varias provincias.

Jesús Ruiz Casado, presidente de Aifos, en los juzgados de Marbella.
Jesús Ruiz Casado, presidente de Aifos, en los juzgados de Marbella.J. ROJAS

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