Musharraf exige a los islamistas de la mezquita que se rindan

El presidente paquistaní, Pervez Musharraf, lanzó ayer un ultimátum a los integristas islámicos atrincherados desde hace cinco días en la Mezquita Roja de Islamabad, la capital del país. "Deben rendirse y entregar sus armas. De lo contrario, se arriesgan a morir", declaró Musharraf durante una visita a la inundada región de Baluchistán. "Hemos dado muestra de una gran paciencia porque no queremos muertos. El Gobierno tiene la capacidad para intervenir, pero ahí dentro hay mujeres y niños".

Cientos de soldados mantienen rodeadas las instalaciones de la mezquita, donde medio millar de estudiantes de las madrazas (escuelas coránicas) están retenidos desde hace cinco días por un grupo de unos 70 islamistas radicales. Otros 1.300 estudiantes han podido abandonar el lugar, y una veintena de personas han muerto en los enfrentamientos desde el martes. Las fuerzas de seguridad han abierto algunos boquetes en los muros del recinto, en donde se han dado intercambios de disparos. La policía tomó el control de la madraza de Jamia Faridia, vinculada a la Mezquita Roja, donde detuvo a decenas de estudiantes.

El ultimátum de Musharraf ha generado preocupación entre los familiares de los rehenes, que temen que un asalto armado a la mezquita termine en un baño de sangre. Sobre todo porque el jefe de los integristas, Abdul Rashid Ghaiz, aseguró ayer que estaban dispuestos a resistir. "Tenemos suficientes alimentos, armas y municiones para combatir todavía 25 o 30 días, y es lo que haremos si Alá quiere", dijo Ghaiz por teléfono a la agencia France Presse. "Prefiero morir antes que rendirme y ser arrestado". En realidad, Ghaiz había ofrecido poner fin al secuestro a cambio de inmunidad, algo que el Gobierno rechazó. Su hermano, Maulana Aziz, líder espiritual de la mezquita, fue detenido el miércoles cuando intentaba huir disfrazado con el burka de una mujer.