La alcaldesa de Mos denuncia a un ex concejal por falsedad y prevaricación
El despropósito urbanístico de las naves industriales del municipio ya está en el juzgado
La alcaldesa de Mos, María Jesús Escudero, presentó ayer denuncia en el juzgado de Porriño contra el ex concejal Ángel Sío Pérez y Purificación Barciela García, arquitecta técnica municipal, como presuntos responsables de los delitos de falsedad documental, tráfico de influencias, contra la ordenación del territorio y prevaricación, en relación con seis expedientes de construcción de naves industriales en el municipio. Ángel Sío fue concejal en Mos desde 1987 hasta el pasado mandato. Barciela era la encargada de emitir los preceptivos informes en las licencias de obra.
Sío es autor de 45 de las 104 obras de naves autorizadas entre 1997 y 2003 en el municipio
Sío Pérez comenzó siendo concejal de Mos por el CDS, luego pasó a militar en el PP y, en el último mandato. tuvo su propio grupo, Independientes de Mos, en la oposición. En los mandatos anteriores participó en el gobierno municipal, con delegaciones permanentes en áreas como Patrimonio y Economía y Hacienda, fue presidente de las comisiones de Vías y Obras y de Infracciones Urbanísticas y miembro de la de Urbanismo. Además es socio mayoritario de la la promotora Mosprodega y, dada su profesión de ingeniero técnico industrial, firmó los proyectos de las licencias solicitadas por esta promotora y las certificaciones aportadas a los expedientes, además de ser el director técnico de sus obras.
La denuncia presentada ayer en el juzgado documenta en detalle las actuaciones del ex concejal en sus múltiples funciones: alteraciones de las superficies de las parcelas donde construiría Mosprodega, como proyectista y como técnico que acredita certificaciones visadas por el Colexio Oficial de Enxeñeiros Técnicos Industriales de Vigo. Pese a constarle que no respondían a la realidad y a que los proyectos no cumplían los retranqueos, Purificación Barciela emitió informes favorables para esas obras. Hasta septiembre de 2005, en que otros técnicos municipales exponen en sus informes "el cúmulo de groseras irregularidades cometidas en tales expedientes".
Alturas que superan en tres metros el máximo permitido, tratamientos fraudulentos de las rasantes, de manera que los semisótanos de las naves no computaran edificabilidad pese a funcionar como auténticas plantas, son algunos de los desafueros recogidos por la denuncia, que, por otra parte, alude a la situación de superioridad, de jerarquía, que Sío Pérez disfruta sobre la arquitecta municipal que emite los informes, Purificación Barciela, cuyo contrato con el Ayuntamiento de Mos era eventual.
Ángel Sío firmó, en su condición de ingeniero técnico industrial, 45 de los 104 proyectos de obras de naves industriales autorizados por el Ayuntamiento entre 1997 y 2003. En la denuncia judicial se detallan los más significativos, pero sus actuaciones profesionales, políticas y empresariales, ya que todo ello estuvo siempre muy ligado, han tenido unos efectos desastrosos, sea desde el punto de vista urbanístico, empresarial, económico, sanitario o ecológico, que afectan a la sostenibilidad del municipio, según ha señalado María Jesús Escudero.
El efecto más ostensible, por la presión de la demanda de suelo industrial, es la multiplicación sobre el territorio municipal de zies (zonas de industrialización espontánea) en suelo rústico, sin ordenar. Como consecuencia, aún hoy operan en situación de ilegalidad unas 1.200 empresas asentadas en el municipio, en la mayoría de los casos por carecer de licencia de actividad, que el ayuntamiento no puede otorgar por no reunir su emplazamiento las condiciones requeridas, como, por ejemplo, red de saneamiento. A su vez, estas empresas encuentran bloqueadas sus posibilidades de ayudas oficiales, autonómicas, estatales o europeas, por no reunir los requisitos legales necesarios.
Para neutralizar esa situación, la Consellería de Vivenda ha promovido la creación de dos polígonos industriales, insistentemente reclamados por la actual alcaldesa, para asentar en ellos la mayor parte de las empresas ahora desperdigadas. El primero, de 800.000 metros cuadrados, podría comenzar a funcionar el próximo año. La redacción del proyecto del segundo, de 1,2 millones de metros, fue adjudicada el jueves.
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