El socialista Francesc Antich, elegido presidente de Baleares

Francesc Antich, del PSOE, fue elegido ayer por la tarde presidente de las Baleares, con el respaldo de los 30 diputados de la nueva mayoría de centro izquierda que los socialistas han formado con Unió Mallorquina y el Bloc PSM-IU-Verds-Esquerra. Antich repitió su deseo prioritario, el de alcanzar "consensos en mayúsculas" y "un pacto por la competitividad de la economía balear".

El PP, con 28 escaños, pasó ayer a la oposición y se reclamó vencedor de las elecciones "casi con la mayoría absoluta", según dijo su portavoz, Rosa Estarás, que despidió al hasta ayer presidente balear, Jaume Matas, y le homenajeó "por su ejemplo de pasión, liderazgo y coraje".

Matas abandona la presidencia del PP, renuncia a encabezar la oposición a Antich y deja la vida política, al no haber podido formar de nuevo Gobierno, por faltarle un solo diputado. El PP confía en lograr grandes acuerdos con el nuevo Ejecutivo balear en las grandes áreas de Educación y Sanidad.

Antich especificó que una de sus primeras realizaciones gubernamentales será cerrar un convenio con el Estado para financiar nuevas líneas de tren "que deberíamos poder conseguir en los primeros seis meses del año que viene".

La relación con el sector hotelero y con los agentes sociales para pactar las acciones en turismo son otras de las cuestiones centrales del Gobierno "para el cambio", sólido y moderado, en defensa del territorio y de las personas, según el nuevo presidente balear, que ya ocupó el cargo entre 1999 y 2003.

"Sin margen de maniobra"

El PP asegura que Antich carecerá de "margen de maniobra" porque podrá realizar pocas cosas para no incomodar al socio principal de Unió Mallorquina y las otras minorías de izquierdas. Estarás, que tildó de perdedores al PSOE y a Antich, auguró que la mayoría será "débil e inestable", por estar basada en una alianza de seis grupos distintos.

Unió Mallorquina (UM), hasta ahora aliado del PP y cuyos tres votos son decisivos en la nueva mayoría, fue blanco de los ataques de Estarás, que aludió al "curioso travestismo" de un partido que abandonaba el centro para efectuar "un ataque directo a la voluntad popular" para apartar al PP del poder.

Un coligado del PP, Josep Mayans, único diputado de la Agrupación Independiente Popular de Formentera (AIPF), pasó al grupo mixto para ejercer la crítica insularista al Gabinete del socialista Francesc Antich. Por el Bloc, su portavoz, Biel Barceló, aseguró la "estabilidad" de la nueva alianza, mientras que el diputado de UM Bartomeu Vicens dio una nota de divergencia en el pacto al reclamar una actuación contra la inmigración irregular.