El Ayuntamiento de Muskiz aboga por una consulta sobre la planta de coque de Petronor

El Ayuntamiento de Muskiz defiende la convocatoria de una consulta popular sobre el proyecto de la planta de coque, una inversión de 600 millones de la refinería de Petronor. La nueva corporación, formada por EA y PSE, quiere facilitar más información a los vecinos que ya han conformado una plataforma contraria, al aducir que aumentarán las emisiones tóxicas y los ruidos. El proyecto sólo necesita, además de las licencias municipales, la declaración de impacto ambiental que emitirá el Gobierno central. Pero este informe no se elaborará hasta el próximo año.

Este proyecto fue anunciado a finales de 2005 y sustituye al descartado IGCC (una planta para producir electricidad con gas natural y residuos de refinería), que tenía un coste de 1.100 millones de euros. La planta de coque pretende la eliminación de los residuos de refinería, que se habían convertido en un problema para Petronor -la segunda planta de mayor capacidad de refino del petróleo en España- y cuya resolución ha esgrimido la compañía como clave para su permanencia en Muskiz. Esta instalación transformará los desechos de refinería en coque, una sustancia muy utilizada por las cementeras como combustible.

Pero su puesta en marcha ha provocado recelo en el municipio, especialmente en el barrio San Juan ubicado a 500 metros de la zona prevista para la planta, y en mayo ya hubo una manifestación de rechazo. Las nuevas elecciones han supuesto la salida del PNV de la alcaldía, que ha pasado a EA. Tras su elección, el nuevo primer edil, Gonzalo Riancho, afirmó que "facilitaremos una consulta popular" ante un proyecto en el "que vemos bastantes dudas". "A mí, y esto es una opinión personal, no me gusta. En Muskiz ya tenemos bastante con la refinería y la línea de alta tensión".

El alcalde se queja de que la anterior corporación "no informó" de la primera documentación que llegó al consistorio, en agosto de 2006. "Hasta diciembre no nos enteramos. Ahora lo que queremos es que los vecinos tengan información".

La asociación medioambiental Muñatoiz asegura que se incrementarán las emisiones de partículas, CO2 y polvo en suspensión, a lo que añaden los "más de 200 camiones diarios llenos de coque y azufre". Petronor se muestra "cauta" en este asunto "hasta que no tengamos todos los permisos", señala un portavoz. "Es un tema espinoso y hay cierta oposición", admite. Los promotores se muestran "abiertos" a informar pormenorizadamente del proyecto a los vecinos y aseguran que los impactos "están contemplados y se van a utilizar todas las nuevas tecnologías".

La autorización del proyecto aún requiere de la evaluación de impacto ambiental, que debe tramitarse por el Ministerio de Medio Ambiente. Un portavoz señaló que se han recibido las alegaciones del Gobierno vasco, que han sido trasladadas a Petronor para que las incluya en su estudio. Luego el documento pasará a información pública y, superado este trámite, el ministerio lo estudiará a fondo y tramitará la evaluación de impacto. "Hasta el próximo año no estará concluido", afirmó el portavoz.