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Reportaje:

"Esta es la hora, hace un año"

Familiares de las víctimas del metro recorren la Línea 1 en el aniversario del accidente

Ignacio Zafra

Cada vez que baja al túnel, Santiago Muñoz busca un número. Cuatro cifras. 3714. La huella digital de uno de los vagones del convoy en el que perdió a su padre hace justo un año y un día.

-Si te fijas, de vez en cuando lo ves. El de atrás, el que no descarriló en el accidente, lo siguen utilizando.

Santiago volvió ayer al túnel. Acompañado por varias decenas de familiares de los 43 fallecidos el 3 de julio de 2006 y seguido por un auténtico tropel de periodistas cogió la Línea 1 desde la estación de Jesús hasta la de Plaza de España. Se bajó allí, repartió octavillas sobre el aniversario de la tragedia del metro, guardó un minuto de silencio y luego repitió la misma ceremonia en cada parada hasta llegar a la estación de Torrent.

"Al no asumir responsabilidades, nos impedís pasar página", afirma una familiar

"Ves que piensan: 'pobrecitos'. Aunque nosotros no queremos dar lástima. Queremos que no vuelva a pasar y que se investigue. La mayor parte de las veces reaccionan con sorpresa. Otros te dicen: '¿aún seguís así?', '¿qué queréis". Una respuesta a las dos preguntas la dará, pasados cinco minutos de la 1 del mediodía, junto a las escaleras de la estación de Jesús, la familiar de otra de las víctimas.

Pero por ahora siguen en el túnel. El tren ha recorrido la curva del descarrilamiento a una velocidad que Felipa Robredo, una pasajera mayor y ajena al acto, califica de "paso de tortuga". Amparo, que no había vuelto a coger la línea en la que murió su hermana, la pasa sin mover la vista del suelo. Algún miembro de la asociación 3 de julio, organizadora del viaje, comenta que hoy la mayoría de convoyes que hacen el recorrido, compartido por las líneas 3 y 5, parecen nuevos y llegan puntuales. Y durante casi todo el camino, incluso cuando sonríe, Beatriz Garrote no puede dejar de llorar. "Realmente", dice, "lo que me está haciendo llorar no es el metro en sí. Es el dolor de todo el mundo. El revivir el accidente. El pensar en todo lo que pasó. En todo lo que ha pasado durante este año. Hacer el viaje en sí, realmente, no me afecta demasiado".

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El cortejo llega a Torrent, donde vivían 21 de los muertos, cambia de vía y vuelve ya sin paradas hasta la estación de Jesús. A la 1 del mediodía, la hora del accidente, todos los servicios de Metrovalencia se detienen. Antes, en las Cortes, diputados de todos los grupos encabezados por la presidenta Milagrosa Martínez han guardado cinco minutos de silencio. Frente al Palau de la Generalitat, el jefe del Consell, Francisco Camps, acompañado por su Gobierno y por 200 ciudadanos ha expresado un "emocionado recuerdo" a las víctimas y un "recuerdo muy especial" a sus familiares. Ni una palabra, sin embargo, de aceptar reunirse con ellos.

Es la una de la tarde y el sol cae a plomo sobre la estación de Jesús. Al grupo del metro se les han sumado quienes, como María José Gilabert, a última hora no se atrevieron a montarse en el tren y quienes ya sabían que no podrían hacerlo. En total, hay reunidos más de un centenar. "Vamos a hacer cinco minutos de silencio", dice con un megáfono Miguel Ángel Muñoz, el hermano de Santiago: "Esta es la hora, hace un año. Esta es la hora, hace un año...". Justo entonces corren lágrimas. Algunos lloran hacia dentro, otros, violentamente. Después de los aplausos, una familiar lee un texto de homenaje que contiene una aclaración: "Al no asumir responsabilidades", dice, "no nos dejáis pasar página".

Por la tarde, en la Catedral, heridos y familiares asisten a la misa que hace una semana el arzobispo Agustín García Gasco les comunicó que no oficiaría. Luego, en la plaza de la Virgen, llega el homenaje individual a cada víctima, los conciertos, los espectáculos de danza y teatro. Un poco de fiesta, después de tanto dolor.

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Sobre la firma

Ignacio Zafra
Es redactor de la sección de Sociedad del diario EL PAÍS y está especializado en temas de política educativa. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS. Es licenciado en Derecho por la Universidad de Valencia y Máster de periodismo por la Universidad Autónoma de Madrid y EL PAÍS.

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