Brown advierte de que la amenaza será "larga y sostenida"

El primer ministro británico, Gordon Brown, advirtió ayer a los británicos de que la amenaza terrorista va a ser "larga y sostenida" y reafirmó su voluntad de poner en marcha nuevas medidas antiterroristas, como la extensión del actual periodo de detención preventiva de 28 días. Aunque en un tono mucho menos apocalíptico, Brown hizo un análisis genérico similar al de su antecesor, Tony Blair. Y alertó en especial sobre dos posibles escenarios de nuevos atentados: aeropuertos y grandes concentraciones de personas.

En una larga entrevista en el programa de televisión BBC Sunday AM, Brown se esmeró en dar una imagen de calma y eficacia en respuesta al atentado del sábado en el aeropuerto de Glasgow y los dos fallidos coches bomba del West End londinense, la madrugada del viernes. Necesitado, sobre todo, de demostrar compostura y sangre fría en un dificilísimo comienzo de mandato como primer ministro, repitió con insistencia que la amenaza terrorista "no va a desaparecer en cuestión de semanas o meses" y va a ser "larga y sostenida".

"Tenemos que combatir de distintas formas; militarmente, a través de la seguridad, la policía, el espionaje. Pero también tenemos que ganar la batalla de corazones y mentes. Tenemos que separar a la gran mayoría moderada de nuestra comunidad de los pocos extremistas que quieren practicar la violencia e infligir la mayor pérdida de vidas posible en nombre de una forma perversa de entender su religión".

Ataques a musulmanes

El único diputado escocés musulmán del Parlamento de Westminster, el laborista Mohamed Sarwar, denunció ayer que ha tenido noticia de ataques verbales y amenazas por escrito contra ciudadanos de religión musulmana tras el atentado de Glasgow.

Preguntado sobre si esperaba nuevos ataques, Brown señaló que "hay que estar vigilantes" y explicó que esa vigilancia ha de ser especialmente estrecha en aeropuertos, en lugares en los que se concentre mucha gente y respecto a los vehículos sospechosos. E instó a los británicos a "vivir con normalidad" pero al mismo tiempo estar atentos a cualquier señal de anormalidad y ser pacientes cuando las medidas de seguridad les hagan la vida más difícil, lo mismo a la hora de abordar un avión que en un control de carretera o al encontrarse con una calle cortada.

El primer ministro, que hoy iba a explicar en los Comunes sus propuestas sobre una reforma constitucional, ha dejado ese asunto para más adelante y pondrá al corriente a los diputados sobre los problemas de estos días. La actual crisis supone un punto en el que apoyarse a la hora de pedir al Parlamento un endurecimiento de la actual legislación antiterrorista. Brown se reiteró, en particular, en buscar el consenso de la oposición para prolongar el actual periodo de 28 días de detención preventiva de un sospechoso de terrorismo.

"En estos momentos no estamos convencidos de la necesidad de esa medida", declaró ayer el portavoz económico de los tories y uno de los hombres fuertes de la dirección conservadora, George Osborne. Pero se mostró abierto al diálogo: "Estamos listos para escuchar las evidencias", añadió.

Los conservadores defienden que el plazo de 28 días es suficiente y que lo que hay que hacer es permitir a la policía que siga interrogando a los sospechosos una vez que han sido formalmente acusados y deportar a los extranjeros considerados un peligro para la seguridad nacional, aunque no haya pruebas para procesarles. Otra alternativa que defienden es el uso ante los tribunales de las grabaciones del espionaje, aunque se hayan obtenido sin orden judicial.