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Los fundadores de Caprabo invertirán en salud y ocio

La familia Botet, una de las fundadoras de la cadena Caprabo y la única que continúa en el capital de la empresa tras su reciente compra por Eroski, aprovechará la caja realizada con esta operación para sumarse a la actual ola de inversiones en capital riesgo.

Para Pere Botet, que ha reducido su participación en el grupo de distribución de un 30% a un 16% del capital tras la cesión del control a Eroski, los negocios donde vale invertir en el futuro "son los relacionados con la salud, las actividades del ocio y los servicios para las personas de la tercera edad", según explica el propio Botet. Esta familia catalana controlaba casi un tercio del capital del grupo de distribución catalán y, considerando que el precio de la operación ha rondado los 1.200 millones de euros, su parte del pastel se aproximaría a los 180 millones de euros.

"No quiero vivir de renta", añade Botet, en declaraciones a este diario. "Si ahora lo había concentrado todo en un único negocio (Caprabo), al contar con mayor patrimonio y capacidad de inversión diversificaré en varios de ellos", afirma.

La familia, que ha ido acompañada en el capital de Caprabo durante su historia por la familia Carbó y por la familia Elías, barrunta sumarse a la moda que se está expandiendo cada vez más entre distintas fortunas familiares. Se trata de crear un family office o instrumento que canalice sus inversiones en distintas empresas.

En Cataluña, lo han hecho la familia Gallardo (accionistas de control de Almirall Prodesfarma), a través de Landon; o la familia Carulla (dueños de Agrolimen), a través de Quercus; o la familia Bernat (ex propietarios de Chupa Chups), que cuenta con la sociedad patrimonial EBF; o la familia Lara (que controla el Grupo Planeta), a través de Inversiones Hemisferio, uno de los vehículos inversores más activos en los últimos años.

La incursión de Pere Botet en el universo del capital riesgo, que invierte para impulsar un negocio para salir al cabo de unos años tras lograr la rentabilidad deseada, no será del todo nueva. El cofundador de Caprabo hizo sus pinitos en él desde que la empresa decidió profesionalizar la gestión y dejarla en manos de ejecutivos externos hace ya unos años. Pere Botet está implicado por su colaboración en la sociedad de capital riesgo Finaves, vinculada al profesor del IESE Pedro Nueno.

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