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Dos coches bomba en pleno centro de Londres desafían el estreno de Brown

Scotland Yard impide una carnicería en las calles más turísticas de la capital británica

La policía evitó ayer una matanza en pleno centro de Londres al desactivar dos coches bomba en el día en el que se estrenaba el Gobierno de Gordon Brown. El primer coche había sido detectado hacia la una de la madrugada del viernes junto a Piccadilly Circus. El artefacto, compuesto de gasolina, bombonas de gas propano y clavos, podría haber provocado una matanza en un momento en que cientos de personas se encontraban en la zona. El segundo coche había sido colocado a sólo unos metros, aunque fue trasladado durante la madrugada por la policía por estar mal aparcado, sin sospechar que se trataba de una bomba. Aunque Scotland Yard no descarta ninguna posibilidad, en 2004 fue desbaratado un proyecto de atentado similar de Al Qaeda.

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El primer ministro, Gordon Brown, que hacía apenas 12 horas que había anunciado su nuevo Gobierno cuando se descubrió el primer coche bomba, declaró durante una visita a una escuela que "este tipo de incidentes nos deben recordar que hemos de estar vigilantes en todo momento y que el público ha de estar alerta ante posibles incidentes". La nueva ministra del Interior, Jacqui Smith, reunió al Cobra, el organismo interministerial que coordina al Gobierno en situaciones de emergencia. Pero el nivel de alerta antiterrorista que establece el MI5 se mantuvo en "severo", el segundo más alto después de "crítico".

Los analistas políticos subrayan que el incidente se ha producido precisamente coincidiendo con el relevo de primer ministro en el Reino Unido y apenas a una semana de los atentados del 7 de julio de 2005, en los que murieron 52 pasajeros y cuatro suicidas en cuatro atentados simultáneos en el transporte público de Londres.

Aunque las primeras sospechas apuntan a islamistas, el responsable de los servicios antiterroristas británicos, Peter Clarke, precisó que es "muy pronto par estar seguros o para especular sobre quién es el responsable y mantenemos la mente completamente abierta".

Clarke explicó que el equipo de una ambulancia que había sido llamada alrededor de la una de la madrugada del viernes a la discoteca Tigre Tigre, en Haymarket, la arteria que une Piccadilly con Trafalgar Square, vio que había humo en el interior de un Mercedes de color verde pálido metalizado.

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Gasolina y bombonas de gas

La policía examinó el vehículo y descubrió que en su interior había "cantidades significativas de gasolina junto a numerosas bombonas de gas", además de gran cantidad de clavos. Los artificieros desactivaron manualmente el sistema para hacer estallar la carga, lo que ha permitido conservar muchas pruebas forenses. Se cree que había unos 60 litros de gasolina en diversos contenedores.

Por la noche, Clarke confirmó que un segundo coche bomba había sido desactivado -"evidentemente relacionado con el primero", afirmó- y dio una serie de detalles escalofriantes: el vehículo había sido encontrado mal aparcado a unos pocos metros del primero, en Cockspur Street, cerca de Trafalgar Square, y fue trasladado por la policía a un depósito municipal situado cerca de Hyde Park, sin que en ningún momento los agentes sospechasen que estaban acarreando una bomba ambulante por todo el centro de Londres.

"Este vehículo contenía materiales muy similares a los que fueron encontrados en el primero", precisó Clarke. El responsable policial afirmó que, en caso de haber explotado, "los artefactos podrían haber provocado un número significativo de heridos y muertos".

La discoteca Tigre Tigre, junto a la que estaba aparcado el primer coche, tiene capacidad para 1.770 personas. Algunos expertos señalaron que ese tipo de coche bomba se utilizan de manera cotidiana en Bagdad. Otros, en cambio, pensaban que se trataba de una acción de aficionados y que la mezcla de gasolina y gas, sin explosivo, habría sido aparatosa, pero "de efecto limitado".

La policía no ha confirmado la versión de un testigo de que el coche llegó allí siendo conducido de forma errática y que, tras estrellarlo contra unas bolsas de basura, el conductor escapó a la carrera. Las numerosas cámaras de vigilancia instaladas en el centro de Londres pueden ser de gran ayuda para averiguar exactamente cómo llegó el coche hasta allí y quizá también quién iba dentro.

Sin embargo, el incidente bastó para colapsar el centro de Londres y provocar un considerable ambiente de desazón justo cuando van a cumplirse dos años de la tragedia del 7-J. La policía acordonó durante todo el día la zona de Haymarket y cerró la cercana estación de metro de Piccadilly Circus.

Los londinenses viven con la convicción de que más pronto o más tarde vivirán una nueva tragedia como la del 7-J. La posibilidad de que los terroristas utilicen coches bomba en el centro de Londres, y en particular frente a alguna discoteca, ha sido evocada a menudo por los servicios de seguridad. Pero Scotland Yard admitió ayer que no tenía "ninguna información de inteligencia de ningún tipo" que alertara sobre los coches bomba.

La policía carga uno de los coches bomba en una grúa ayer en Haymarket Street, en el centro de Londres.
La policía carga uno de los coches bomba en una grúa ayer en Haymarket Street, en el centro de Londres.ASSOCIATED PRESS

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