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Reportaje:

Una molesta invasión

El SAS ofrece unos consejos básicos para hacer frente a las picaduras de medusa

La condiciones ambientales pueden causar invasiones de medusas, como la sufrida recientemente en la bahía almeriense. El jefe provincial del Servicio Andaluz de Salud en Almería, Tesifón Parrón, ofrece unos consejos básicos a la hora de actuar tras la picadura urticante con medusas. No obstante, la primera de las advertencias que hace Parrón pasa por no tener contacto con ellas y "no tocar" los ejemplares hallados en el agua o en la arena de la playa. Éstas son las recomendaciones:

- Seguir las indicaciones de peligro colocadas en la playa por la Administración o, en su defecto, la bandera roja que señaliza el peligro de entrar en el agua.

- Conviene primero lavar abundantemente la zona con algún agente desintoxicante. Los más efectivos parecen ser el ácido acético (vinagre) al 5% o alcohol isopropílico al 60-70%. Algunos expertos indican, además, la utilización de una solución acuosa concentrada 1:1 de bicarbonato sódico o de una solución saturada de sulfato de magnesio en una solución de cloruro sódico en la proporción 3,5 gr/100 ml (concentración equivalente al agua de mar).

- Nunca lavar con agua dulce.

- No utilizar para limpiar la piel toallas u otros tejidos, papel o arena o la mano desnuda. Hay que proceder con las manos protegidas y con cuidado, utilizando pinzas u otro objeto con borde fino.

- No debe rascarse la zona afectada.

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- En cuanto al dolor, la aplicación de frío parece ser el mejor tratamiento en la mayoría de los casos, pero esto debe hacerse utilizando una bolsa de plástico que contenga hielo para que el agua dulce no entre en contacto con la herida. Tampoco conviene mantener el hielo durante periodos largos sino de forma intermitente de 5 a 15 minutos.

- Procurar la desinfección de la herida durante el tiempo que duren las lesiones.

- En casos más severos se requiere un tratamiento paliativo más específico, por ejemplo el uso de antihistamínicos y corticoides, sobre todo en el caso de reacciones alérgicas, y la atención clínica para la curación de las heridas o el tratamiento de los síntomas.

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