Alemania teme un atentado terrorista inminente
El ministro federal alemán del Interior, el democristiano Wolfgang Schäuble, y su secretario de Estado, August Hanning, advirtieron ayer sobre el peligro de una amenaza concreta por un posible atentado del terrorismo islámico. Los servicios secretos han registrado una serie de indicios que han convertido la amenaza abstracta del terrorismo contra Alemania en un peligro concreto. Hasta ayer el Gobierno alemán minimizaba el riesgo de que el país pudiera convertirse en blanco de un atentado terrorista islámico. La tesis dominante era que había que evitar crear alarma en la población. La situación ha cambiado y los dos políticos más implicados en el problema, Schäuble y su secretario de Estado Hanning, han encendido las alarmas.
La suma de indicios que provocan esta inquietud es larga y tiene una cierta base real. El pasado 9 de junio la cadena ABC filmó en un campo de entrenamiento en Afganistán al comandante talibán Mansur Dadulah, que despedía a varios comandos de potenciales terroristas suicidas. Los puntos de destino eran EE UU, Canadá, Reino Unido y Alemania. Puede que se trate sólo de una baladronada, pero las autoridades alemanas han preferido advertir del peligro y tomar las precauciones necesarias para evitar que la amenaza se convierta en realidad.
A esto se une la detención en la frontera entre Afganistán y Pakistán de dos alemanes y un ciudadano de Kirguistán que, tras su entrenamiento con los talibanes, se preparaban para regresar a Alemania. Un tercer alemán considerado peligroso se encuentra detenido en poder de los servicios secretos paquistaníes. Se ha detectado la presencia en los campos de entrenamiento talibanes de hasta una docena de ciudadanos alemanes considerados peligrosos por sus vínculos con el terrorismo islámico. Esto se traduce en un incremento de la atención en los puestos fronterizos alemanes de los viajeros procedentes de esa región.
Tráfico de información
El secretario de Estado Hanning, que estuvo hasta hace poco varios años al frente del Servicio Federal de Información (BND) encargado del espionaje en el exterior, se reunió en Berlín con un grupo de periodistas y dio rienda suelta a su inquietud. Hanning es un curtido funcionario que no se caracteriza por perder la calma y manifestarse en términos alarmistas. En esta ocasión, sí lo hizo.
Sostiene Hanning que la situación actual, tras el análisis del tráfico de información y del chateo en la Red, le recuerda a los días anteriores al 11-S. "Estamos alarmados. Hemos pasado a estar en el punto de mira del terrorismo islámico", dijo Hanning.
Los expertos comparan la situación actual de Alemania con los atentados de Madrid y expresan el temor de que se produzca una acción terrorista con vistas al otoño, cuando el Parlamento Federal (Bundestag) tenga que votar la prolongación del mandato a los 3.000 soldados alemanes que intervienen en Afganistán.
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