Una agenda que huye de rutinas y abierta a muchas opiniones
José Luis Rodríguez Zapatero dispone de un equipo oficial de asesores con los que se reúne regularmente los lunes por la mañana para programar la semana y que lo integran: la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega; el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba; el secretario de Organización del PSOE, José Blanco; el portavoz parlamentario, Diego López Garrido; el jefe de Gabinete de la Presidencia, José Enrique Serrano, y el secretario de Estado de la Comunicación, Fernando Moraleda. Recientemente, Zapatero ha sumado al grupo al ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera, al que ha encargado la coordinación del programa electoral del PSOE.
Este es el "núcleo duro" y regular que asesora a Zapatero. Alguna vez ha clasificado su visión de los colaboradores: Pérez Rubalcaba es la táctica; Blanco es la organización; Caldera, el programa, y José Andrés Torres Mora, actual diputado y ex jefe de Gabinete en la etapa de oposición, es la ideología.
Pero el presidente del Gobierno es un político enemigo de las rutinas, al que le gusta la comunicación -"De no haberme dedicado al Derecho, me hubiera dedicado al Periodismo", suele decir- y conocer múltiples puntos de vista sobre los temas más candentes. En ese punto abre su agenda a muchas más personas. Entre las más próximas figuran el ministro de Defensa y amigo, José Antonio Alonso; su primo el profesor de Derecho Constitucional, José Miguel Vidal Zapatero, miembro del Gabinete de La Moncloa, y el ex secretario de Estado de Comunicación Miguel Barroso. También cuentan el secretario general de UGT, Cándido Méndez; el sociólogo Jesús Zárraga, al que ahora ha sumado a Julián Santamaría, ex director del CIS. Y con cierta regularidad Felipe González y el presidente del PSOE, Manuel Chaves.
