La compañía de vuelos privados de La Bruixa d'Or despegará en 2010

El lotero más famoso de España se ha metido a empresario de aviación. Xavier Gabriel, propietario de La Bruixa d'Or, ha decidido crear una nueva compañía de vuelos privados con una flota de cinco aeronaves que volarán a destinos europeos y el norte de África. La inversión suma 19, 3 millones de euros y el anuncio llega con tres años de antelación, ya que los aerotaxis de la nueva empresa no comenzarán a volar hasta 2010.

La aviación privada vive su particular boom en España -supone ya el 6% de todos los desplazamientos aéreos- y Xavier Gabriel, propietario de la administración de lotería La Bruixa d'Or, ubicada en el pueblo leridano de Sort, ha decidido probar suerte en este mercado. "Es un tema que me he tomado muy en serio, no tiene que ver ni con la lotería ni con la construcción, en la que también trabajo y me aburre mucho", explicó ayer Gabriel durante la presentación en Barcelona de su nueva compañía de taxis aéreo, Numbair.

La aerolínea no comenzará a operar hasta 2010 porque no será hasta ese año cuando Numbair disponga de la flota de cinco aviones que ha contratado a la empresa Embraer. Se trata de unos nuevos modelos que aún no han salido al mercado: cuatro Phenom 100 (de cuatro plazas) y un Phenom 300 (de ocho plazas) que ofrecerán conexión a Internet, servicio de teléfono móvil por satélite y videoconferencia. La compañía cuenta como asesor con José Luis Nueno, profesor de la escuela de negocios IESE, y sus bases operativas estarán ubicadas en Madrid, Barcelona y Palma de Mallorca.

Los vuelos de Numbair, que tendrán un precio ligeramente superior al de volar en primera clase, van dirigidos, como ocurre en la mayor parte de compañías de aerotaxis, a hombres de negocios.

Gabriel se mostró muy optimista respecto a la marcha de la futura compañía -espera unos beneficios de 1,7 millones y mover a 15.000 pasajeros- y sólo lamentó la escasez de aeropuertos privados en España, aunque cree que estas infraestructuras tenderán a crecer en la medida en que emerge el sector de la aviación privada, que es lo más parecido a un servicio de taxis aéreos.

El mejor aliado de este negocio, a su juicio, es "esa cola de 200 personas" que a veces se forma en los controles de seguridad de los aeropuertos.