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El conflicto de Oriente Próximo

Israel vuelve a suministrar electricidad y gas a Gaza

Al Gobierno israelí le ha pillado a contrapié la estrepitosa caída de Gaza en manos de los islamistas de Hamás. Mientras el primer ministro, Ehud Olmert, asegura que, de momento, continuará el suministro de agua, electricidad y medicinas a la franja, el ministro de Infraestructuras, Benjamín Ben Eliezer, se decantaba por medidas drásticas. "Toda la asistencia debe detenerse hasta que sepamos qué sucede allí. Tenemos que aislar totalmente Gaza respecto a Judea y Samaria [Cisjordania]".

También ha titubeado la empresa Dor Alon, que proporciona electricidad y gas al territorio palestino. Tras suspender las entregas el domingo, ayer anunció que reanudaba el abastecimiento. Los directivos de la compañía alegaron para el corte que no podían contactar con sus interlocutores habituales palestinos, aunque esa ausencia no impidió reanudar el suministro.

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No conviene a Israel una crisis humanitaria en Gaza más profunda que la que ya existe. Pero es que, además, la franja -con 1,4 millones de habitantes- constituye para las empresas hebreas un mercado cautivo insustituible. Un botón de muestra: el 15% de la producción de fruta en Israel se vende en Gaza, y la economía israelí pierde un par de millones de euros al día por el cierre de las fronteras. Por ejemplo, la empresa que comercializa los productos lácteos elaborados en los kibutzim sufriría un severo golpe en sus arcas con el cierre de las fronteras.

Los Acuerdos de París, firmados en 1995 por la Autoridad Palestina e Israel, establecen un régimen económico que convierte a los territorios ocupados en rehenes de las decisiones políticas de Israel. Y aunque el Ejecutivo de Olmert dice que impedirá una catástrofe en Gaza, la carestía empieza a afectar al conjunto de la población. La Agencia de la ONU para los Refugiados ha advertido de que dispone de alimentos para dos semanas. En algunos comercios escasea la harina y el azúcar, básicos en la dieta palestina.

Con la clausura de las aduanas, todo está paralizado. Y sin presencia en la franja de Gaza, está por ver cómo el Gobierno de emergencia del primer ministro Salam Fayad, constituido el domingo, cumple su promesa de no abandonar a su millón y medio de habitantes.

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[Un palestino que esperaba para salir de Gaza por el paso fronterizo de Erez resultó ayer muerto y otros seis heridos en un tiroteo. Según testigos citados por Efe, las víctimas se produjeron por las granadas lanzadas por cuatro jóvenes palestinos contra la parte israelí de la valla y por los disparos de respuesta de los soldados de Israel].

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