Centenares de militantes de Al Fatah huyen de Gaza
Gaza es como una desordenada y modesta casa donde los inquilinos palestinos se matan entre ellos y a sus vecinos israelíes y egipcios les ha entrado el miedo en el cuerpo y deciden taponar las puertas y ventanas. Pese a ello, casi 100 militantes de Al Fatah huyeron ayer por mar.
"No puede entrar. El paso está cerrado". De esta forma, despachaba ayer el oficial israelí a los periodistas que deseaban acercarse a Gaza, más aislada que nunca. Por un lado, Israel ha cerrado a cal y canto sus tres accesos (Erez, Sufa y Karni) a la zona que bautizan como Hamastán. Por otro, Egipto ha bloqueado el paso fronterizo de Rafah, reforzando sustancialmente la frontera ante el temor de una avalancha de palestinos.
Al comprobar la facilidad con la que los milicianos de Hamás aprietan el gatillo, 97 dirigentes y militantes de Al Fatah se lanzaron al mar para llegar en un barco pesquero al puerto egipcio de El Arish. Allí se encontraron con unos 150 compañeros que consiguieron cruzar a pie por Rafah. Según fuentes egipcias, los palestinos no pidieron asilo, sino simplemente protección.
Las palabras de Abu Obeida, portavoz del brazo armado de Hamás, no contribuyeron a calmar a El Cairo. El control de Rafah, dijo, pasará a manos de sus hombres.
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