Infierno a la puerta de casa
Manuela, como quiere ser identificada, tiene 45 años y vive con su pareja, de 36, y con sus hijos, de 8 y 15, una pesadilla a las puertas de su casa en Rioja (Almería, 1.363 habitantes). Afirma que tres familias vecinas las acosan por ser homosexuales: "No quiero ver a la gente ni sus caras. Por eso me llevo la basura en el coche para tirarla lejos.