El gigante universal
La influencia de Bob Dylan en la música popular apenas admite comparación. Sólo los Beatles se elevan hasta su altura para impregnar casi todas las corrientes musicales de nuestro tiempo. Pero también ellos fueron deudores del nuevo horizonte que trazó Dylan. Si el efecto sobre los Beatles, especialmente en Lennon y Harrison, resulta evidente, su papel referencial se extiende a casi todos los ámbitos de la música, en algunos casos con fechas y nombres concretos.
- Rubber soul. Los Beatles regresan de América. Dejan allí la semilla del pop, pero vuelven con nuevas influencias. La presencia de Dylan no les pasa inadvertida. Son conscientes de las posibilidades del estudio de grabación, de los nuevos registros en las letras, de la aproximación a otras músicas. El resultado es Rubber soul (1965), donde temas como Nowhere man o Norwegian wood remiten a Dylan.
- Mr. Tambourine Man. La confluencia de Dylan y los Beatles produce el pop estadounidense. Los Byrds, recreadores por excelencia de las canciones de Dylan, representan mejor que nadie esa conexión, y probablemente la versión electrificada de Mr. Tambourine man (1964) signifique la conjunción perfecta de todo aquello.
- El pop inglés. Si los Beatles absorbieron con sutileza a Dylan, otros grupos ingleses lo consagraron como mesías. Véanse Manfred Mann, con sus triunfales versiones de temas con Mighty Quinn, o los Hollies, que fabricaron un álbum completo con canciones de Dylan.
- Jimi Hendrix. Esta semana se cumplen 40 años del festival de Monterrey, el primer concierto masivo del pop. Hendrix arrolló con su interpretación de Like a rolling stone. Ese mismo año convirtió el All along the watchtower de Dylan en una tormenta de ruido.
- Cantautores norteamericanos. De Laura Nyro a Tim Hardin, de Leonard Cohen a Tim Buckley, de Grateful Dead a Neil Young, de James Taylor a Joni Mitchell, de Jackson Browne a Tom Waits, Dylan trazó un camino que ha seguido un ejército de seguidores.
- The Band. Fue su banda. Nunca un grupo acompañante ha tenido más éxito. Dylan atravesó su música en dos discos esenciales: Music from the Big Pink y The Band. Todo el imaginario americano estaba reunido en esas dos obras.
- Bruce Springsteen. Born to run (1975) significa para la música de los setenta lo que Highway 61 revisited para la década anterior. En este caso, una epopeya americana de carreteras, cadillacs, ciudades y nuevos héroes. El Boss sigue la ruta de Dylan a la inversa, hasta encontrar a Woody Guthrie y Pete Seeger, primero en Nebraska y ahora en su fascinación por los patriarcas folk.
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