Erdogan advierte al Ejército turco que se opone a una incursión en el norte de Irak
La OTAN exige a Ankara "máxima contención" en la lucha contra la guerrilla kurda del PKK
Con más de 150.000 soldados, apoyados por carros de combate y artillería, estacionados en la frontera con Irak, el Ejército turco ha expresado su firme determinación de lanzar una operación de castigo contra las bases de la guerrilla separatista del Partido de los Trabajadores del Kurdistán (PKK) en el país vecino. Pero el primer ministro turco, el islamista moderado Recep Tayyip Erdogan, se ha opuesto por primera vez a una incursión militar en el norte de Irak. "[Un ataque] Es la última opción en la que vamos a pensar", advirtió ayer Erdogan antes de reunirse con los mandos de las Fuerzas Armadas.
Oficialmente, la reunión entre el Gobierno y la cúpula del Ejército terminó con un comunicado en el que ambas partes expresaban su "acuerdo total" en la lucha antiterrorista. Pero las palabras previas de Erdogan dieron fe de su rechazo a una intervención militar. "¿Acaso se ha terminado ya la lucha contra el terrorismo dentro de las fronteras de Turquía para que nos tengamos que ocupar ahora de Irak?", se preguntó el primer ministro turco en voz alta ante los periodistas que aguardaban su llegada. "¿Es que los 5.000 terroristas que se ocultan en las montañas de Turquía ya ha sido liquidados para que haya que interesarse por los, por ejemplo 500, que se han refugiado en Irak?", agregó para completar su razonamiento.
Cuando queda poco más de un mes para la celebración de las elecciones legislativas, adelantadas por Erdogan ante el fracaso de su candidato a la presidencia turca, y en medio de las crecientes presiones del Ejército para obtener la autorización del poder civil a una incursión contra el PKK en el norte de Irak, Erdogan se ha distanciado de cualquier tipo de operación militar en el vecino país árabe antes de agotar todas las vías del diálogo. "En cualquier caso, si llegamos a tomar la decisión [de atacar]", explicó Erdogan a la prensa en Ankara, "tampoco vamos a anunciarlo a bombo y platillo".
El primer ministro turco no descarta reunirse en los próximos días con su homólogo iraquí, Nuri al Maliki, para intentar buscar una solución al conflicto. El Ejército turco asegura que más de 3.500 rebeldes del PKK se ocultan en sus bases de las montañas Qandil, en el norte de Irak, en tanto que otros 2.000 guerrilleros actúan en el interior de Turquía, donde desde el inicio de la primavera, coincidiendo con el deshielo, han muerto 50 soldados y 74 rebeldes kurdos en los enfrentamientos armados más graves y el mayor despliegue militar en el sureste de Anatolia, donde se concentra una gran parte de los 15 millones de kurdos de Turquía, de la última década.
Las operaciones de castigo turcas en el norte de Irak, controlado por las milicias kurdas que combatían al régimen de Sadam Husein, fueron habituales hasta finales de la década de los noventa, hasta el alto el fuego decretado por el PKK tras la detención de su líder histórico, Abdulá Ocalan, en una operación de los servicios secretos turcos, en 1999. La presencia de fuerzas de Estados Unidos en el norte de Irak, tras la guerra que derrocó a Sadam en 2003, ha frenado hasta ahora cualquier nueva incursión de las tropas turcas.
Embrión del Kurdistán
El norte de Irak es una región reconocida en la nueva Constitución de 2005 que cuenta con un Gobierno autónomo dirigido por Masud Barzani, un veterano combatiente independentista. Para los millones de kurdos repartidos entre Irak, Turquía, Irán y Siria, el Kurdistán iraquí -un territorio que se ha visto a salvo de la violencia sectaria que ensangrienta el resto del país- es visto como el embrión de un nuevo Estado enclavado entre países árabes suníes y el Irán de mayoría chií.
El secretario general de la OTAN, Jaap de Hoop Scheffer, que se reunió ayer en Ankara con el ministro de Exteriores, Abdulá Gül, pidió al Gobierno turco que ejerza la "máxima contención" en la lucha antiterrorista y en cualquier operación en el norte de Irak. "La OTAN es totalmente solidaria con Turquía y desea que encuentre una solución [en su lucha contra el PKK ]", aseguró el secretario general de la Alianza.
El PKK, por su parte, distribuyó ayer un comunicado en el que aseguraba que mantiene el alto el fuego unilateral que decretó en 2006 y responsabilizaba al Ejército turco de la escalada de la violencia que han forzado sus acciones de legítima defensa.
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