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El bipartito descarta suprimir el impuesto de sucesiones aunque suavizará su impacto

El BNG niega que el tributo ahuyente a las empresas, como dijo su conselleiro de Industria

Los grupos que apoyan al bipartito sumaron ayer sus votos para desbaratar la proposición de ley del PP que reclamaba la supresión casi total del impuesto de sucesiones y donaciones. Bloque y PSdeG descartaron que las rebajas del 99% en el tributo aprobadas en otras comunidades tengan relación directa con la fuga de empresas, una idea que ha defendido reiteradamente el Partido Popular y a la que se apuntó también el conselleiro de Industria, el nacionalista Fernando Blanco. La Xunta reformará el impuesto para beneficiar a colectivos desfavorecidos.

El de sucesiones y donaciones es un tributo "directo, personal, que favorece la redistribución de la riqueza y que actualmente sólo pagan el 20% de los gallegos, aquellos con las rentas más altas". Según los datos que maneja el Gobierno autónomo, el 10% de la población más acaudalada de Galicia asume en la actualidad el 70% de la cuota tributaria. La batería de cifras fue utilizada ayer en la Cámara por los portavoces de PSdeG y Bloque para descartar la propuesta de reducción del 99% en el tipo impositivo que propugna el Partido Popular y que supondría en la práctica reducir a la nada un impuesto de titularidad estatal transferido a la comunidad (que no puede ser suprimido por el Parlamento gallego).

En la exposición de motivos, el diputado popular y ex conselleiro de Economía, José Antonio Orza, había esgrimido razones de competencia con otras comunidades que sí han acometido la rebaja del tributo, para advertir que la no adecuación de Galicia a la realidad de otras autonomías supondrá un riesgo de fuga de empresas.

El argumento manido últimamente por los dirigentes del PP lo defendió también el actual conselleiro de Industria, el nacionalista Fernando Blanco la semana pasada. En declaraciones a La Voz de Galicia, Blanco abogó por la supresión del gravamen y defendió que Galicia debe "utilizar las mismas herramientas para competir que comunidades como Madrid, Castilla León y Asturias". El grupo parlamentario del BNG matizó ayer ese discurso. La diputada María Xosé Vega apostó por la continuidad de un impuesto "necesario para corregir las desigualdades sociales".

"Campaña mediática"

Vega lamentó la existencia de una "singular campaña mediática según la cual lo moderno y progresista es la rebaja o progresiva eliminación de buena parte de las figuras impositivas". "Es un argumento falaz", concluyó la parlamentaria del BNG, quien sí se mostró a favor de la reforma anunciada por el Gobierno gallego para extender las bonificaciones a colectivos desfavorecidos y a otras empresas familiares distintas al 99% de las pymes que ya están exentas del tributo. En los mismos términos se expresó el portavoz socialista Xaquín Fernández Leiceaga, quien recordó que la supresión de "esta carga fiscal sólo preocupa a las grandes fortunas y a los rentistas que están al margen de la actividad productiva". Leiceaga recordó que el impuesto no grava ni la vivienda habitual ni las empresas familiares ni las explotaciones agrarias con vocación de continuidad.

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