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Bush promete a Serbia grandes beneficios si acepta la independencia de Kosovo

El presidente de EE UU ofrece a Belgrado su apoyo para ingresar en la OTAN y en la UE

El presidente de EE UU, George W. Bush, ofreció ayer la zanahoria a Serbia: la posibilidad de integrarse en la OTAN y en la UE y tener mejores relaciones con Washington si acepta la independencia de Kosovo. Su futuro ha dominado la segunda parte de la gira de ocho días por Europa del presidente, que concluyó ayer en Bulgaria. El día anterior, en Albania, Bush blandió el palo: las negociaciones en el seno del Consejo de Seguridad de la ONU deben conducir inexorablemente a la independencia de esa provincia serbia de mayoría albanesa, y si esto no es así, EE UU la reconocerá unilateralmente.

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"Al mismo tiempo que buscamos la independencia de Kosovo, tenemos que dejar claro a Serbia que existe un camino hacia adelante, tal vez dentro de la OTAN, tal vez dentro de la UE, y definitivamente mejores relaciones con EE UU", aseguró Bush en una rueda de prensa junto al presidente búlgaro, Georgi Parvanov, celebrada en el Museo Arqueológico de Sofía.

Bush reiteró que ha llegado el momento de aplicar el plan presentado en febrero por el enviado especial de la ONU, el ex presidente de Finlandia Martti Ahtisaari, que prevé la independencia de Kosovo, inicialmente bajo tutela internacional y con amplias garantías para la minoría serbia (unos 100.000 que permanecen en el territorio, más otros 200.000 que huyeron tras los bombardeos de la OTAN en junio de 1999). El plan está atascado en el Consejo de Seguridad debido a que Rusia, miembro de pleno derecho y aliado de Serbia, ha amenazado con vetar toda resolución que incluya cambio de soberanía.

Kostunica no cede

El primer ministro serbio, Vojislav Kostunica, no tardó en rechazar la mano tendida de Bush. "EE UU tiene el derecho de apoyar Estados y pueblos de acuerdo con sus intereses, pero no regalándoles algo que no les pertenece", dijo, según informa Reuters desde Belgrado. "El bombardeo de Serbia fue un gran error en el pasado siglo y éste [la independencia] también lo será". Kostunica volvió a insinuar que su Gobierno podría romper las relaciones diplomáticas con los países que reconozcan el estatuto de Kosovo. "Apoyar una independencia unilateral será un nuevo error, un nuevo acto de injustificada violencia que no será olvidada por el pueblo serbio", dijo.

El Gobierno de Belgrado se dispone a reanudar las negociaciones con la UE para firmar el Acuerdo de Asociación y Estabilización, considerado la antesala para el inicio de negociaciones formales para convertirse en país candidato. La captura el pasado 31 de mayo del ex general Zdravko Tolimir, en busca y captura por el Tribunal Penal Internacional para la antigua Yugoslavia, que le acusa de crímenes de guerra y contra la humanidad cometidos en el genocidio de Srebrenica, ha despejado el camino, aunque aún queda la pieza principal: el general Ratko Mladic. Según la revista The Economist, Tolimir fue detenido por la policía serbia en un apartamento en Belgrado y metido en una bolsa de plástico para su traslado a la República Srpska de Bosnia. De este modo, Kostunica pudo salvar su compromiso de no entregar a serbios en contra de su voluntad.

La UE trata de convencer al dirigente serbio de que la entrega de Mladic a La Haya sería muy beneficiosa: reforzaría los argumentos de los países europeos incómodos con la independencia de Kosovo y permitiría posponer la aprobación del estatuto final hasta que exista un consenso en el Consejo de Seguridad.

George W. Bush (izquierda) estrecha la mano del presidente de Bulgaria, Georgi Parvanov, ayer en el Museo Arqueológico de Sofía.
George W. Bush (izquierda) estrecha la mano del presidente de Bulgaria, Georgi Parvanov, ayer en el Museo Arqueológico de Sofía.REUTERS

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