Los empresarios exigen "pasar cuentas" a los políticos por el nuevo retraso del AVE
Rosell replica a CiU que las patronales catalanas no le harán el trabajo de oposición
La tan cacareada alegría empresarial por la mayor estabilidad política que se vive en Cataluña no impidió ayer que los empresarios de la mayor patronal empresarial catalana, Fomento del Trabajo, descargaran su artillería sobre los distintos gobiernos por los sucesivos retrasos del Tren de Alta Velocidad (AVE). El último, que acaba de anunciarse, alarga los plazos de la conexión con la frontera francesa tres años, hasta 2012. Juan Rosell, presidente de Fomento, afirmó que "es hora de pasar cuentas a la incompetencia de los gestores, y de señalarles con nombres y apellidos".
Rosell pidió nombres y apellidos, pero, al ser preguntado sobre los nombres y sobre los apellidos, eludió la precisión. Desde el primer AVE, en servicio desde 1992 y que apostó por la conexión entre Madrid y Sevilla, hasta el último retraso referente a la conexión con Francia anunciado ahora, el presidente de Fomento sí enumeró "el PSOE, el PP y ahora otra vez el PSOE... Todos están involucrados en la misma historia".
Tras deslizar estas críticas, Rosell aprovechó para contestarle a Josep Antoni Duran Lleida, líder de Unió, quien había acusado al empresariado catalán de "falta de atrevimiento" para levantar la voz contra los socialistas: "Cuando un dirigente está en la oposición, quiere que el trabajo de oposición se lo hagan otros. La oposición se hace en el Parlament", replicó.
Las infraestructuras son caballo de batalla permanente de la clase empresarial, que mantiene su cruzada contra lo que considera "la cultura del no". Si en los últimos meses los empresarios tomaron como bandera el aeropuerto de El Prat, el retraso del AVE pone la alta velocidad a la cabeza de la lista.
"No existe ninguna razón de seguridad, ni razones de velocidad, ni de construcción para este retraso de una conexión con Francia que es estratégica para Cataluña y para toda España. ¿Dónde están las razones?", subrayó el presidente de la patronal, que compareció para explicar los asuntos a tratar por la asamblea de Fomento.
Juan Rosell pidió que el desarrollo de las infraestructuras se deje en manos de técnicos, y no de políticos, y se mostró particularmente irritado porque no se zanje el trazado del AVE a su paso por Barcelona.
"Pudo ser mejor o pudo ser peor, pero hace unos años se pactó a varias bandas un trazado del AVE por Barcelona. ¿Cómo es posible que vuelva a debatirse?", se interrogó Rosell, en alusión al acuerdo alcanzado en junio de 2002 entre el Gobierno central (entonces PP), autonómico (entonces CiU) y el Ayuntamiento de Barcelona (liderado por el PSC) para que el AVE cruzara la ciudad a través de un túnel que uniría Sants y Sagrera. El acuerdo, tras una maratoniana negociación, posibilitó que el Ministerio de Fomento aceptara la llegada del tren al aeropuerto.
La reciente campaña de las elecciones municipales ha tenido el trazado del AVE como uno de los puntos de fricción entre los distintos partidos.
La alta velocidad llegará a finales de este año a Barcelona Sants, pero sólo en 2012 viajará hasta la estación central de la Sagrera y a la frontera francesa no arribará hasta 2012, cuando estaba previsto en 2009. El motivo esgrimido por las tres administraciones implicadas es la de extremar la seguridad. "Ha habido una opacidad importante", continuó su diatriba Rosell, para quien la "superpolitización de la vida pública perjudica a la economía" y quien no dejó pasar la ocasión de cargar contra los retrasos de la interconexión eléctrica con Francia -aunque la oposición del otro lado de la frontera también enfría las prisas del Gobierno de París- o el Cuarto Cinturón, que rechazan los ecologistas y que está destinado a unir Abrera con Mataró vía Terrassa y Granollers, conectando el Vallès Occidental y el Oriental con el Baix Llobregat y el Maresme.
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