Un Actor's Studio a la española
El cine es una gran salida, y los estudios superiores de arte dramático han reaccionado
Declamar a Shakespeare con expresividad y proyectando la voz por toda la sala hará levantarse de sus asientos a los presentes pero, ¿sirve de algo a quien quiere comerse la pantalla de cine? La Real Escuela de Arte Dramático, anquilosada para algunos, no ha impartido hasta ahora ni una asignatura de interpretación cinematográfica -prevé incluir una optativa en el plan de estudios del curso 2007-2008-; y profesionales del sector reclaman aprender unas nociones básicas para ser actor de cine. Es el caso de la actriz Assumpta Serna, que cuenta con su propia escuela, o Antonio Banderas, que aspira a tenerla, y de instituciones como la Fundación de Investigación Audiovisual de la Universidad Menéndez Pelayo o el Centro de Estudios Escénicos de Andalucía, Escénic@, donde ejercen de maestros en cursos monográficos realizadores como Mariano Barroso o Alfonso Ungría.
En la RESAD se podrá elegir en 2007 una asignatura de actuación ante la cámara
"La RESAD no se ha quedado antigua. La interpretación es una. Hay que aprender a proyectar la voz y a crear una situación. Lo demás son pequeñas técnicas. Un gran actor de teatro lo será de cine pero a la inversa puede que no sea. ¿Es buena actriz de cine Blanca Portillo que estudió con nosotros?", se pregunta Fernando Domenech, secretario de la Real Escuela Superior de Arte Dramático (RESAD), de Madrid. "Lo que luego tienen que aprender es a seguir el foco de la cámara y acomodar la voz a la escena".
El pasado curso alumnos de la RESAD y la ECAM (Escuela de Cinematografía y del Audiovisual de la Comunidad de Madrid) compartieron prácticas, pero el proyecto, señala Domenech, fue menos fructífero de lo esperado. "Ha habido intereses distintos. Nosotros queríamos que todos los estudiantes actuaran y ellos sólo los que necesitaban en ese momento".
En el Institut del Teatre de Barcelona lo tienen claro. "El tema de la interpretación en el cine es crucial. Lo tenemos encima de la mesa y no se nos puede pasar. Es un campo de trabajo muy importante para nuestros alumnos", cuenta Josep Lluís Guardiola, subdirector del centro. Hasta la fecha los alumnos de actuación representaban para una asignatura escenas de películas en un plató, y ahora además, junto a los de dirección, rodarán pequeños cortos o escenas.
"En cuatro años el equipo directivo queremos dar un cambio. Nuestra idea es llegar a un acuerdo con la ESCAC (Escola Superior de Cinema i Audiovisual de Catalunya) para hacer cosas juntos. Ahora algunos de nuestros alumnos participan en sus castings", cuenta Guardiola.
En la Escuela de Arte Dramático de Málaga se llevaron las manos a la cabeza al saber que Antonio Banderas quería abrir allí un teatro-escuela, a la estela del Instituto de Artes Escénicas de Paul McCartney en Liverpool. Y él, no dudó en precisar que se trataba de enseñanzas complementarias para los ya profesionales.
"Las escuelas de arte dramático, que lo hacen muy bien, están para aprender lo más básico de la interpretación, el abecedario. No hay tiempo para más y el actor tiene que seguir aprendiendo. Antonio en Los Ángeles acude a talleres como alumno", argumenta Miguel Gallego, que se convertirá en el director de la escuela de Banderas si ésta llega a construirse. El actor está desmoralizado. El proyecto, elaborado para el puerto, no arranca por problemas políticos.
La intención de Banderas es que estrellas como Dustin Hoffman, Al Pacino o Sting sean profesores en la escuela junto a enseñantes del Actors Studio.
Hollywood y pescaíto frito.
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