Empleo más firme

El descenso del paro registrado durante el mes de mayo en casi 50.000 personas y el moderado pero persistente aumento de los contratos indefinidos confirman que el mercado laboral español está dominado por una tendencia a la disminución del paro y un descenso de la precariedad. En los tres primeros meses del año se firmaron 644.000 contratos fijos más que en el primer trimestre de 2006, y esta evolución es consecuencia de un largo periodo de crecimiento económico a tasas superiores al 3% y de sucesivas reformas legales, la última de las cuales entró en vigor en julio del año pasado. El problema del desempleo, que en España fue grave hasta principios de la década de los noventa, se ha transformado hoy en el problema de la calidad del empleo y, por añadidura, en la definición de políticas específicas encaminadas a aumentar la ocupación entre las mujeres y los jóvenes. Se trata ahora de afinar en busca de empleo estable y no discriminatorio.

Dicho lo anterior, no debe olvidarse que la fuente principal de puestos de trabajo en la economía española ha sido y sigue siendo el mercado de la construcción. El ministro de Trabajo interpretó durante su comparecencia de ayer que se está registrando un ligero descenso en la afiliación a la Seguridad Social de los trabajadores de la construcción -compatible con la desaceleración del boom del ladrillo-, y que esa caída se compensará con el crecimiento de la ocupación en las actividades industriales. La interpretación de Caldera es correcta hoy, pero puede convertirse en una extrapolación optimista si en los próximos trimestres continúa la desaceleración de la construcción de viviendas y, por tanto, disminuye la creación de empleo. Entonces podrá comprobarse si el sector industrial está en condiciones de sustituir al de la construcción.

La tarea más relevante ahora es reforzar la estabilidad del empleo e ir reduciendo rápidamente la precariedad laboral, que en España afecta todavía a un tercio de la población ocupada. Todavía 6 de cada 10 trabajadores jóvenes tienen contratos temporales, el doble de la media en la OCDE. Se cumplan o no las profecías de una desaceleración económica profunda en los próximos trimestres, la contratación fija es uno de los factores más eficaces del crecimiento de la economía, por la vía del mantenimiento del consumo y quizá del crecimiento de la inversión.