Los médicos de hospital aumentan la presión al convocar otra huelga

La Federación de Facultativos de Hospital de Euskadi redobló ayer la presión sobre Osakidetza al anunciar la convocatoria de una huelga para el próximo 22 de junio entre los médicos especialistas que trabajan en los centros hospitalarios, en defensa de sus reivindicaciones laborales y profesionales. Esta convocatoria se suma a la que el Sindicato Médico de Euskadi mantiene para mañana y en la que están llamados a participar todos los médicos de la red pública, desde los de atención primaria hasta los de hospitales.

Además, la Federación solicitó la dimisión del consejero de Sanidad, Gabriel Inclán, al que consideran el principal responsable de la "caótica" situación por la que atraviesa la sanidad vasca en estos momentos. A su juicio, el sistema corre el riesgo de desmoronarse debido a la "incapacidad total" de los gestores, que no han sabido poner remedio a a las carencias que se arrastran desde hace algunos años. Según la Federación, Osakidetza ha agotado los plazos de negociación sin dar respuesta alguna a las reivindicaciones planteadas. Los médicos de hospital ya organizaron hace dos años una huelga de celo que a punto estuvo de colapsar los servicios. En aquella ocasión, la protesta consistió en retrasar al máximo las altas de los pacientes con la excusa de mejorar su asistencia, con lo que se fue formando un cuello de botella. Tras una negociación con Osakidetza, aparcaron su protesta a la espera de soluciones. Pero éstas no han llegado y se ha reabierto crudamente el enfrentamiento con Sanidad. "Estamos en una situación insostenible", pregonan.

De momento, ya han advertido que no se van a plegar a "las recomendaciones de Osakidetza para derivar a los enfermos a la atención primaria y descargar la sobrecarga hospitalaria que padece el sistema". En su análisis de la situación, apuntan que se ha producido un aumento de la población atendida, un envejecimiento de la misma (lo que implica mayores necesidades sanitarias) y un incremento de la demanda de salud de los ciudadanos. Todo ello, unido a la evolución negativa de las condiciones de los médicos de hospital, ha llevado al sistema a una situación "límite", señalan.