Más mujeres al poder
48 localidades tendrán alcaldesa en el próximo mandato, un 33,3% más que en el anterior
"Es mucho más difícil ser alcalde de tu pueblo que diputado en el Parlamento de Vitoria". Así de contundente se muestra la socialista Ana Urchuegía, alcaldesa en funciones de Lasarte y futura primera edil, un cargo en el que lleva ya 22 años. Y lo justifica: "La responsabilidad sobre lo cotidiano supone una dedicación completa. Terminas de trabajar y sales a la calle y te das cuenta de que no se acaba nunca". Con todo, ella se siente gratificada: "Me encanta la vida municipal".
Urchuegía es una de las 48 mujeres que, con casi toda probabilidad, gobernarán otros tantos municipios en Euskadi en el próximo mandato, al haber sido las suyas las listas más votadas en sus respectivas poblaciones en los comicios del pasado 27 de mayo. Hasta ahora eran 36, lo que supone un aumento del 33,3%.
"Cuando los partidos políticos dejen pasar a las mujeres, habrá más del 50% de alcaldesas. En dos décadas, quizá lo lograremos. Creo que de todas estas mujeres que han entrado ahora como concejales, gracias a la ley de Igualdad, en dos mandatos veremos un gran número de alcaldesas", prevé Urchuegía.
Su compañera de partido, María Dolores de Juan, la primera socialista que gobernará un municipio en Vizcaya (Basauri), ve "más lógico" que hubiese más mujeres al frente de los ayuntamientos, "pero es un tema de los partidos. Aunque vamos bien, en el tema de la igualdad necesitamos más tiempo. Todavía cuesta vernos como iguales y asumir que podemos hacer el mismo trabajo", apunta.
De Juan ha logrado su objetivo la tercera vez que se presentaba a alcaldesa de Basauri. "La otra lista más votada, la del PNV, también estaba encabezada por una mujer", precisa. Para el futuro sólo pide que el cargo no se le suba "a la cabeza". Atribuye su victoria a "cosas muy sencillas", como la carpa que instaló para conocer las demandas de los vecinos. "Salió muy bien y recogimos lo que les interesaba que se cambiara, temas del día a día", apunta.
En Guipúzcoa, de 17 alcaldesas se va a pasar a 23; en Vizcaya, de 11 a 16, y en Álava, de ocho a nueve. En algunas poblaciones como Aramaio, Mundaka, Berriz, Elgoibar u Ordizia ya no mandarán las mujeres. Cosas de los partidos. Otras localidades, sin embargo, engrosarán la lista de primeras ediles una vez que se constituyan las corporaciones el 16 de junio. Doce localidades guipuzcoanas, nueve vizcaínas y tres alavesas regidas por hombres en el pasado mandato pasarán ahora a contar con alcaldesas.
"Las mujeres somos más prudentes y quizá por eso no nos ponemos nunca en primera línea. Nos cargamos de responsabilidades, hijos, padres, y no nos lanzamos al terreno político por falta tiempo, por tener demasiadas responsabilidades. Los hombres no tienen otra cosa a la que dedicarse, del resto piensan: 'Ya me lo harán", indica De Juan.
"Un tapón masculino"
Para Urchueguía el número de alcaldesas surgido de las urnas "no se corresponde con la implantación de la mujer en la sociedad". Sin embargo, está convencida, como todas las políticas, de que el momento de las mujeres llegará."Las mujeres sacamos las mejores calificaciones en la universidad, pero luego en las empresas los puestos directivos apenas los ocupan mujeres. Pasa lo mismo en la política. Hay un tapón masculino que presiona para abajo y también lo hay en los partidos, en todas las ramas de la sociedad", explica la alcaldesa de Lasarte. Cree que en su partido no hay reticencias a dar poder a las mujeres, "pero a nivel general siempre hay recelos".
Tampoco Sorkunde Aiarza considera que su partido, el PNV, cierre puertas a las mujeres. Ella repetirá mandato en Zamudio. "Yo he sido una alcaldesa joven y, además, mujer, un doble hándicap, pero no he notado nada. Ni desde el partido ni entre los vecinos. El pueblo no te analiza el género, sino la labor que realizas", indica.
Se muestra consciente, sin embargo, de que no sucede lo mismo en otros campos. "En el mundo laboral privado es más difícil el acceso a altos cargos para las mujeres. Lo que hace la Administración pública por la igualdad debe tener un reflejo en todos los ámbitos de la sociedad. Además, es ley y tiene que cumplirse, pero no se puede hacer de la noche al día. Por eso es importante que se trabaje desde la infancia el tema de la igualdad, para que cuando sean mayores no lo vivan como algo extraño", concluye.
Pequeños y grandes
Resulta más fácil pensar en una alcaldesa en una localidad de pocos vecinos, como los 159 de Beizama o 375 de Amoroto, que en otra con varios miles de habitantes. Las mujeres han comenzado haciéndose un hueco en el poder municipal copando los primeros puestos en pequeños pueblos, pero no siempre es así. Lo certifica el que Ana Urchueguía lleve ya 22 años como primera edil de Lasarte (17.582 habitantes). Si algo ha caracterizado las últimas elecciones municipales ha sido que el triunfo femenino se ha dado especialmente en pueblos grandes: Pasaia, Zarautz, Oñati, Hernani, Bergara, Lasarte, Zamudio, Mungia o Basauri.
"Hay más mujeres en la alcaldía de pueblos pequeños porque en los grandes hay poder y hay dinero y los hombres entonces se resisten a dejar su puesto", explica María Dolores de Juan, futura alcaldesa de Basauri, localidad en la que las dos listas más votadas (PSE y PNV), estaban encabezados por mujeres. "La cercanía y la proximidad nos favorece a las mujeres" argumenta convencida De Juan.
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