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Alternativas de tierra y velódromo

A medida que pierden peso las modalidades más tradicionales de la bicicleta, el balance se equilibra con el progresivo crecimiento de la BTT o la pista. Iñaki Lejarreta, sobrino de uno de los grandes ciclistas vascos de los 80, Marino Lejarreta, fue campeón del mundo junior en 2001 y atesora un cuidado palmarés en pruebas de mountain-bike. "Empecé compatibilizando ruta y montaña, pero pronto me di cuenta de que me gustaba más la BTT porque estaba en contacto con la naturaleza", explica, consciente del atractivo de su especialidad. "El barro y los toboganes hacen que sea muy divertido. Cuando coges la bicicleta, necesitas desconectar, y la carretera, con tantos coches, no te deja". Lejarreta comparte equipo, el Orbea, con el francés Julian Absalom, la máxima estrella de la BTT a nivel mundial. Su llegada a Euskadi denota la apuesta realizada por esta especialidad del ciclismo.

A finales del año pasado se presentó Eustrak, el único equipo profesional UCI de pista en España, condición que permite a sus miembros participar en pruebas internacionales (salvo Mundiales y Juegos Olímpicos) sin necesidad de ser seleccionados a nivel nacional. A largo plazo, el objetivo de Eustrak es que alguno de sus tres corredores pueda tomar parte en los Juegos de Pekín del año que viene. Leire Olaberria y Unai Elorriaga concluyeron sus pruebas en quinto y sexto puesto en el último Mundial, disputado en Palma de Mallorca. "El ciclismo ha cambiado en todo el mundo y en Euskadi no hemos sabido adaptarnos. Mantenemos las mismas estructuras de hace dos décadas", critica Daniel Larruskain, secretario de Eustrak.

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