Zapatero elude de nuevo fijar una fecha para el cambio de gestión del aeropuerto

Los empresarios catalanes no consiguieron arrancar ayer a José Luis Rodríguez Zapatero una fecha concreta para la entrada de la Generalitat en la gestión de El Prat. El presidente del Gobierno sólo dio una pista en las jornadas económicas de Sitges. "Será en un futuro inmediato" y "la Generalitat tendrá un papel muy relevante", dijo Zapatero. El presidente sí se prometió "reforzar" la autonomía a los organismos reguladores de la economía, como pidieron los empresarios, y sugirió como modelo a seguir el empleado en la reforma de Radio Televisión Española.

Zapatero pronunció un discurso triunfalista en lo económico y poco concreto en todo lo referente a Cataluña. Eso sí, mantuvo firmes los compromisos adquiridos hasta la fecha. El presidente habló ante muchos de los empresarios que hace apenas dos meses protagonizaron el acto unitario en favor de la conversión de El Prat en un nudo de conexiones intercontinentales. Intentó no defraudarles. Reiteró su compromiso para que la Generalitat tenga una posición "muy relevante" en la gestión del aeródromo y aseguró que este cambio se producirá "en el futuro inmediato". Fuentes del Gobierno catalán auguran que el primer paso para ello se dará en las próximas semanas.

Los empresarios pidieron al presidente un calendario concreto en el turno de preguntas. No lo consiguieron. "No les quiero dar una fecha", admitió Zapatero tras explicar que cualquier cambio de modelo de gestión aeroportuario choca con la rigidez de la actual AENA. "Partimos de un sistema absolutamente interrelacionado", recordó a modo de justificación.

Zapatero sí dio satisfacción a otra demanda formulada por los empresarios: abordar las reformas para blindar la independencia de organismos como la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) o la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones. El presidente dio por descontado que se "reforzará" la autonomía de estos organismos, cuyo funcionamiento consideró "mejorable" tras la crisis vivida por la CNMV a raíz de las batallas por Endesa y el intento de asalto al BBVA.

El modelo a seguir, dijo, es el de Radio Televisión Española, que gracias a las recientes reformas, afirmó que "ha dejado de ser una televisión de partido".

El discurso estuvo cargado de triunfalismo y poco tuvo que ver con el que Zapatero pronunció en Madrid hace un mes y medio, cuando consideró "conservadora" la autocomplacencia. Aportó numerosos datos para sustentar la "brillantez" de la gestión de su gobierno. Recordó que España está instalada en un crecimiento económico del 3,5% anual desde 2004 y que en el primer trimestre de este ejercicio la tasa ha alcanzado el 4,1%. Además, vaticinó un crecimiento superior al 3,5% para este año gracias a la recuperación de la industria frente a la construcción.

Zapatero defendió su optimismo en materia económica con la misma contundencia que criticó el pesimismo del PP. "El pesimismo no crea empleo, sólo impulsa hacia atrás". También puso en cuarentena las promesas de Mariano Rajoy sobre nuevas infraestructuras. "Sería bueno que algunos no vinieran a vender según qué y luego pusieran pegas al medio para conseguirlo", dijo en referencia a la negativa del PP a apoyar el Estatuto y las inversiones que prevé.