El partido no hará cambios en Madrid hasta después de las generales

Hasta después de las elecciones generales de 2008 en el PSOE no se abrirá el debate sobre la sustitución de candidatos para las siguientes elecciones municipales y autonómicas y sobre la renovación de los actuales secretarios generales. Así lo decidió la noche electoral la dirección y ayer lo ratificó la Ejecutiva Federal.

"Paz orgánica". Esa es la expresión que utilizó un miembro de la ejecutiva para describir lo que se pretende. La dirección socialista considera que sería un error gravísimo abrir procesos internos en los próximos meses, cuando todos los socialistas tienen que dedicarse a preparar las elecciones generales de 2008. Por tanto, el calendario no se altera: primero, elecciones generales en marzo de 2008; después, congreso federal, previsiblemente en julio de ese año, y a partir de ahí, todos los congresos regionales, en los que se producirán cambios en las cúpulas, algunos relacionados con la sustitución de candidatos autonómicos que también son secretarios generales y han fracasado en las elecciones del 27-M. Pero nada impedirá que se hable de cambios en las organizaciones socialistas de Valencia, Murcia, Castilla y León, y Madrid.

Se preguntó a José Blanco, secretario de Organización del PSOE, si se le constaba que el secretario general de los socialistas madrileños, Rafael Simancas, ha pensado en poner su cargo a disposición del partido. Blanco lo negó, alarmado. Ahora, nada de cambios", defendió, e incluso aventuró que Simancas podría volver a ser secretario general de los socialistas madrileños tras su próximo congreso, aunque no repita como cartel electoral.

El PSC pide renovación

En Cataluña también se prevén cambios y ayer mismo habló de la necesidad de "renovación" en el partido el vicesecretario primero del PSC, Miquel Iceta. No obstante, en Madrid se ha resaltado, de cara a las generales, que el PSC saca de ventaja 640.000 votos al PP y que ha conquistado las alcaldías de las cuatro capitales. Ahora bien, la alta abstención en Cataluña y también en Andalucía preocupa gravemente.

En la ejecutiva de ayer se apreció un intenso disgusto de uno de sus miembros, Ándrés Rojo, también secretario de Organización de los socialistas madrileños. A su juicio, en Madrid se concentran todos los efectos negativos de la política nacional, desde el terrorismo, hasta el Estatuto de Cataluña, por poner dos ejemplos, y lo pagan directamente las candidaturas socialistas.

Este análisis, sin embargo, no se hace para el resto de España. Precisamente, Zapatero quiso desligar el resultado de estas elecciones de los avatares de la política nacional. "En cada lugar se ha votado gestión y candidatos", aseguran que dijo Zapatero, que se fundió en un abrazo con Juan Fernando López Aguilar, que será presidente de Canarias si un pacto del PP y CC no lo impide.