Los líderes enfrentados en Ucrania pactan elecciones anticipadas

Ucrania celebrará elecciones parlamentarias anticipadas el 30 de septiembre y su clase política tendrá así una nueva oportunidad de superar la parálisis en la que se halla sumida, si se cumple el acuerdo logrado ayer por el presidente, Víctor Yúshenko; el primer ministro, Víctor Yanukóvich, y el presidente del Parlamento, Olexandr Moroz. Los altos dirigentes del Estado se pasaron la noche del sábado negociando. Cerca de las cinco de la madrugada, anunciaron que habían llegado a un compromiso, y con ello pusieron fin, por lo menos de momento, a una etapa de gran tensión.

Yanukóvich y Yúshenko celebraron el acuerdo acudiendo juntos a un partido de fútbol crucial

La crisis, durante la que los cuerpos armados se han visto confrontados a un conflicto de lealtades, se había superado, pero nadie estaba seguro de por cuánto tiempo, dada la desconfianza mutua de los políticos enfrentados en una tenaz e incesante lucha por el poder.

Para celebrar el acuerdo con sus adversarios, Yúshenko anunció que todos ellos iban a acudir juntos al partido de fútbol que a última hora de la tarde de ayer jugaban en Kiev los equipos Dinamo (de la capital) y Shajtior (de la región minera oriental de Donetsk). El partido animó las calles de Kiev con una multitud de hinchas, más alegres y entusiastas que los manifestantes políticos de los últimos meses. Los hinchas enarbolaban los estandartes blancos y azules del Dinamo, o llevaban ropas y banderas naranja, que es el color del principal equipo de la región natal del primer ministro. Antes del partido, Yanukóvich y los líderes de los partidos integrados en la coalición gubernamental (socialistas y comunistas) celebraron un mitin, donde el comunista Piotr Simonenko dudó del cumplimiento del acuerdo logrado en la madrugada de ayer y manifestó que éste no resuelve los problemas.

Yúshenko, Yanukóvich y Moroz firmaron un comunicado conjunto de siete puntos que contempla la convocatoria de dos sesiones de la Rada Suprema (el Parlamento) el 29 y el 30 de este mes, para aprobar la legislación necesaria para las elecciones. Asimismo, se prevé realizar cambios en la composición de la Comisión Electoral Central con el fin de "asegurar elecciones limpias, transparentes y democráticas", y un censo electrónico de votantes.

Las partes se comprometen a "no salir del marco de sus competencias" y a no permitir las "injerencias en la actividad de los órganos judiciales y de orden público". También se comprometieron a impedir cualquier intento de aventar la confrontación en la sociedad y a evitar un "desarrollo violento". El acuerdo contempla además la aprobación de las leyes necesarias para que Ucrania pueda ingresar en la Organización Mundial del Comercio. La reforma constitucional, que tanto desea el presidente Yúshenko, tendrá que esperar. En virtud de unas enmiendas constitucionales entradas en vigor en enero de 2006, Yúshenko vio sustancialmente recortadas sus competencias en beneficio del primer ministro y el Parlamento.

El presidente dijo ayer que la crisis política era una prueba de la necesidad de enmendar la Constitución, pero el detonante de la confrontación vivida fue precisamente un decreto promulgado por Yúshenko el 2 de abril pasado por el que disolvía el Parlamento y convocaba elecciones anticipadas para el 27 de mayo. La Rada se negó a disolverse y llevó el decreto presidencial al Constitucional. El alto tribunal no se ha pronunciado, en parte porque el presidente ha interferido en su labor y ha destituido a varios jueces. Posteriormente, Yúshenko promulgó otro decreto en el que fijaba las elecciones para el 24 de junio. Sobre el acuerdo no se había pronunciado ayer Yulia Timoshenko, la líder del principal partido de oposición y la gran promotora de celebrar comicios anticipados cuanto antes.

Yúshenko valoró ayer muy positivamente la actuación de las fuerzas armadas del Ministerio del Interior durante el conflicto y señaló que éstas habían mostrado su capacidad de comportarse de una forma digna en una situación difícil. Los diversos movimientos de tropas que se anunciaban ayer iban en sentido opuesto a la capital y en dirección a los cuarteles, aunque no quedaba claro cuántos soldados en total y en qué direcciones fueron movilizados durante la crisis.

Yúshenko, que había llamado a las tropas a Kiev alegando la necesidad de mantener la calma y evitar provocaciones, manifestó que en total había convocado a 2.000 soldados. El presidente había subordinado a su persona las tropas del Ministerio del Interior, que antes se sometían al titular de este departamento, Vasili Tsushkó, un hombre de Yanukóvich. Por su parte, el vicejefe de las tropas, Nikolái Mishakin, manifestó ayer que se había impedido la llegada a Kiev de cerca de 3.500 soldados del Interior.

Una vez alcanzado el acuerdo, el ministro Tsushkó dijo que había hecho regresar a los cuarteles a las tropas especiales que habían custodiado edificios administrativos. Yúshenko se mostró insatisfecho de las explicaciones dadas por Tsushkó sobre su actuación en los días de la crisis y, aludiendo a un posible cese, señaló que esperaba que el ministro sacara conclusiones. Con todo, Yúshenko no destituyó al ministro y el futuro del fiscal general Sviatoslav Piskún era una incógnita. El presidente ordenó el cese de Piskún, pero un tribunal de Kiev lo reconfirmó en su cargo, por lo que en estos momentos hay dos fiscales generales en Ucrania.

Olexandr Moroz venció su resistencia a los comicios, ayudado al parecer por un previsible aumento del presupuesto estatal de 2007. La revisión, que es parte del acuerdo alcanzado, permitirá al Gobierno incrementar pensiones y salarios, lo que resulta una buena baza para la campaña electoral. El primer ministro Yanukóvich comenzó de hecho su campaña ayer mismo.