El PSC gana en las cuatro capitales catalanas y CiU recorta distancias respecto a las izquierdas
El Partit dels Socialistes volvió a imponerse ayer en Cataluña y, pese a un ligero descenso, se garantizó el gobierno de las cuatro capitales provinciales. El PSC continuará gobernando en Barcelona con sus socios de Esquerra Republicana e Iniciativa Verds-Esquera Unida. También logró su otro gran objetivo: arrancar a Convergència i Unió la ciudad de Tarragona, el último fortín nacionalista que se resistía al tripartito. La abstención récord del 46,2% en el conjunto de Cataluña y del 50,6% en Barcelona fue el otro distintivo de la jornada.
Cataluña registra la más alta abstención de todas las autonomías, salvo Ceuta, y Barcelona supera su 'récord'
Ciutadans obtiene 13 ediles en toda Cataluña, superados por la xenófoba Plataforma per Catalunya y por la CUP
Los socialistas barren a CiU en Tarragona y logran la mayoría absoluta en Lleida, pero no se garantizan las diputaciones
Los tres partidos del Gobierno catalán y el PP sufren una erosión de votos, mientras que CiU sube su cuota
El leve descenso de los socialistas afectó igualmente a sus socios de Esquerra Republicana e Iniciativa per Catalunya, así como al Partido Popular. Convergència i Unió se benefició de todos estos retrocesos y obtuvo un ligero avance en cuota de voto que, sin embargo, no se traducirá en un gran aumento de alcaldías nacionalistas.
El PSC se quedó con el 32,2% de los votos, 1,5 puntos menos que hace cuatro años, mientras que CiU se hizo con el 25,1%, ocho décimas más. Los nacionalistas han recortado distancias a los socialistas. De diez puntos de desventaja en 1999 han pasado a siete.
Barcelona continuará siendo la mayor ciudad española en manos de la izquierda. El Partit dels Socialistes (PSC) repitió su victoria en la capital catalana, pero obtuvo el peor resultado de su historia. Su nuevo candidato, Jordi Hereu, logró 14 concejales, uno menos que Joan Clos en 2003. Su principal rival, el convergente Xavier Trias, se hizo con 12, o sea, 3 más que hasta la fecha, un aumento muy notable. Ello obliga a los socialistas a renovar el pacto con los socios de Iniciativa per Catalunya y Esquerra Republicana, que también sufren un ligero descenso. Así, la izquierda obtiene una victoria por la mínima: 22 concejales del PSC, ICV-EUiA y ERC frente a los 19 de CiU y el PP.
"Recuperar la confianza"
El socialista Jordi Hereu hizo escasa mención a su retroceso y destacó que su candidatura "ha renovado la confianza en el gobierno de progreso". Eso sí, habló de la necesidad de "recuperar la confianza" de quienes ayer se quedaron en casa, que fueron más que nunca. El convergente Xavier Trias reconoció su derrota, pero dijo que los resultados de ayer confirman que, tras 28 años con la izquierda en el poder, "el cambio es posible en Barcelona".
La euforia socialista se desató en Tarragona. El PSC pasó allí de 9 a 13 concejales y rozó la mayoría absoluta. Su candidato, Josep Fèlix Ballesteros, pasó página así a 19 años de gobierno nacionalista de Joan Miquel Nadal. Convergència i Unió pierde dos ediles y la alcaldía de la única capital de provincia que conservaba hasta ayer. Ello pone en un serio aprieto a sus dirigentes. Éstos, en un intento de sacar lo más positivo de la jornada, esgrimieron la mejora en una docena de ciudades. Entre ellas se encuentra Tortosa, donde han superado al PSC, en la alcaldía, por tres concejales. En Manresa han empatado con los socialistas, también en el gobierno. La capital del Bages, sin embargo, tiene muchas posibilidades de continuar gobernada por el tripartito de izquierdas.
Los nacionalistas también mostraron su orgullo por mantener las diputaciones de Lleida, Girona y Tarragona, que el tripartito se había propuesto arrebatarles.
Aparte de Tarragona, las buenas noticias le llegaron al PSC desde Lleida, donde se hizo con la mayoría absoluta de los concejales al pasar de 10 a 15 ediles. Los socialistas también experimentaron incrementos en ciudades metropolitanas como L'Hospitalet, donde suman otro edil. En Cornellà se estrenaba Antoni Balmón como candidato tras la marcha de José Montilla a la presidencia de la Generalitat. Las cosas no podían irle mejor: sumó 2 concejales a los 14 que ya tenía y consolidó su ya sólida mayoría absoluta.
Los dos socios del PSC en la Generalitat y en numerosos ayuntamientos, Esquerra e Iniciativa, también sufrieron castigos de diversa índole tras cuatro años en el Gobierno autónomo. Además de en Barcelona, perdieron fuelle en otras ciudades emblemáticas para ellos, como Sant Feliu de Llobregat, donde Iniciativa ya no es la fuerza más votada. Ahora lo es el PSC. En Tarragona, ICV perdió su único concejal. En L'Hospitalet, los ecosocialistas pasan de tres a dos concejales. En Santa Coloma de Gramenet perdieron dos de los cinco concejales que tenían y en Mataró perdieron uno de los tres logrados hace cuatro años.
Esquerra Republicana ha sufrido reveses en Vilafranca del Penedès (pasa de tres a un concejal), Terrassa (de tres a dos) y también en L'Hospitalet, donde pierden el único concejal que tenían. Los republicanos también pierden fuelle en Badalona y Lleida.
Otra sorpresa la dio la xenófoba Plataforma per Catalunya, que creció exponencialmente en muchas poblaciones medianas. En Vic (Osona) el partido xenófobo pasa de uno a cinco concejales y se convierte en la segunda fuerza política después de CiU. Otras poblaciones con un gran incremento del voto xenófobo son El Vendrell (Baix Penedès), Ripoll (Ripollès) y Manlleu (Osona).
El partido que no logró los resultados que se proponía fue Ciutadans. No consiguió representación en ninguna capital, y sólo fue el tercero en votos de los micropartidos, la mencionada Plataforma y la independentista CUP, que sube espectacularmente en algunos municipios de Girona y del interior de Barcelona.
En muchas poblaciones, Ciutadans restó votos al PSC y al Partido Popular. El partido de Josep Piqué mantiene su resultado de 1999 en el Ayuntamiento de Barcelona, con siete concejales, y experimenta una subida de dos concejales en Badalona. El candidato popular de esta ciudad fue noticia durante la campaña electoral por un polémico DVD en el que vinculaba la inmigracón con el incremento de la inseguridad ciudadana.
La variación de la cuota de voto de cada partido no es directamente proporcional a la representación obtenida. Así, los tres partidos de la izquierda tendrán, juntos, casi 700 concejales más que en la anterior legislatura pese a haber perdido cuota de voto. Convergència i Unió pierde unos 300 pese a subir ligeramente. En cifras globales y a la espera de los recuentos, la representatividad queda de la siguiente forma. CiU consigue 3.383 concejales; el PSC 2.572; Esquerra, 1.584, Iniciativa-Esquerra Unida, 456, y el PP pierde 50 y se queda con 283.
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